Eva y David, una boda total white muy familiar
Eva y David querían una boda familiar y sencilla a la que no le faltara ningún detalle, un gran día que han querido compartir con nosotros.
El pasado mes de julio en Majadahonda, Madrid, Eva y David se dieron el sí quiero en el jardín de su casa rodeados de su familia y amigos en una boda íntima, sencilla e informal. Para ello contrataron los servicios de las wedding planner Lalablu que tuvieron en sus manos el gran reto de preparar la boda en sólo dos meses.
Todo aquel día iba a tener lugar en el mismo sitio así que se pusieron manos a la obra. Los fotógrafos elegidos para retratar un día tan especial fueron Jairo Crena Photography que supieron captar cada instante con esa luz preciosa que brilló aquel día.
El altar de la ceremonia fue seguramente lo más fácil de decidir puesto que se colocó bajo unos árboles que ya de por sí formaban un precioso arco natural en el jardín. La alfombra que llevaba al altar también era blanca contrastando con los colores del jardín y el resto de decoración sencilla y elegante con paniculata en los centros de mesa y con el blanco como rey de la fiesta. Y no fue lo único blanco, hubo dress code, los invitados debían acudir también vestidos de blanco, un look total white que le dio un toque realmente especial y mágico a todo.
Llegó el momento y la novia estaba radiante con su vestido sencillo y elegante de BCBG Maxazria. Además lucía una corona de paniculata igual que la de su hija Daniela. El novio siguió el mismo estilo sencillo con camisa y pantalón blanco.
La ceremonia la ofició Tamara García, la oficiante de Lalablu que les preparó un acto a medida y personalizado que culminó con la ceremonia de la arena con sus tres hijos. Todos esos momentos especiales los amenizó el Grupo Swan, un trío de chelo, violín y flauta que creó el ambiente perfecto.
Para el banquete se decidieron por El Laurel de Elena y Lola, un catering que dispuso distintos bufets, bodegones y rincones llenos de comidas deliciosas y que recibió a los invitados con una limonada fresquita.
Como detalle se ofrecieron unas chulísimas gafas de sol de colores personalizadas que pudieron estrenar bajo el radiante sol que hizo aquel día.
Uno de los momentos que más iusionaban al novio era el de cortar el precioso pastel de bodas de tres pisos de chocolate y fruta de la pasión cubierto de fondant blanco que presidía uno de los rincones con flores y unos banderines en los que se leía "just married" (recién casados). La cortaron mientras sonaba "La vida es bella".
Una mesa de dulces espectacular completó el día, los 16 pequeños invitados de aquel día la disfrutaron a tope. Eso y el maquillaje de caras y el baile que hizo que culminara el día más especial para David y Eva.
