El "sí, quiero" de una enfermera y su pareja tras la COVID-19
María Isabel estuvo al pie del cañón en los momentos más duros del coronavirus. Y por fin, el 8 de agosto, verá cumplido su sueño: casarse con Sergio, su gran amor. ¡Descubrid cómo será el gran día de esta joven pareja al lado de sus seres queridos!
Con la nueva normalidad, muchas de las restricciones derivadas de la COVID-19 acabarán. Aún así, las bodas deberán cumplir con las medidas de protección, higiene y distanciamiento físico establecidas por las autoridades sanitarias siempre que las circunstancias así lo exijan. Una nueva era en la que se celebrarán muchas de las bodas previstas para este verano y muchas de las que fueron retrasadas por la pandemia. Es el caso de María Isabel, de 28 años y de Santomera, y de Sergio, de 33 y de Cobatillas, una pareja murciana que se casará el próximo 8 de agosto, a pesar de haber tenido que aplazar su boda unos meses, ya que su fecha inicial era el pasado 13 de junio. Sin embargo, nada frenará su paso por al altar, las ganas de lucir el vestido de novia y el traje de novio soñados para la ocasión ni de escuchar en directo las canciones de boda elegidas para cada momento del gran día. Ni tan solo el coronavirus, que la protagonista de esta historia vivió muy de cerca. Y es que María Isabel es enfermera en el hospital del Vinalopó, en Elche, por lo que su testimonio resulta realmente especial y motivador. Nos cuenta en primera persona cómo han vivido estos meses de incertidumbre y cómo será su enlace.
Un encuentro que lo cambió todo
Esta pareja de enamorados sellará su amor tras 13 años de feliz noviazgo, un romance que empezó en uno de esos momentos en los que no te imaginas tener delante al que será el amor de tu vida. "Nos conocimos gracias a un amigo que tenemos en común. Nos presentaron por primera vez en una cafetería", explica la novia. A partir de ahí, vivieron su historia hasta que llegó la gran pregunta. "La pedida fue el verano pasado en un crucero que hicimos con la familia, concretamente con mi hermano, su mujer y nuestro sobrino, durante la cena de gala del capitán. ¡Fue muy bonita y emotiva!".
Organizar una boda en primera línea de la pandemia
¿Cómo ha sido para una enfermera seguir adelante con los preparativos en pleno coronavirus? "Ha sido y está siendo muy duro, porque con el tema de la COVID-19 he tenido mucha más tensión añadida por culpa del trabajo. No sabíamos si íbamos a tener riesgo de contagio. Todo el día hemos tenido que estar con las medidas de precaución por los pacientes y por nosotros mismos. También debía seguir muchas más medidas a la hora de llegar a casa… Además, ha sido bastante duro tener menos tiempo libre y no coincidir casi con mi pareja para seguir adelantando cosas de la boda", explica María Isabel. Una situación que ahora afronta con "más relax", según sus propias palabras.
Sin embargo, a veces en las situaciones más estresantes salen a relucir fortalezas como la capacidad de resiliencia. "También ha sido complicado por la serie de imprevistos y altibajos que han surgido. Por ejemplo, teníamos ya todo previsto y personalizado con la fecha inicial y, claro, el hecho de tener que cambiarlo todo ha sido una complicación añadida". Por suerte, han conseguido modificar varios de los preparativos. "En algunas cosas hemos conseguido cambiar la fecha sin problemas, pero no en todas. La verdad es que nos han dado muchas facilidades. Al final, ha resultado todo un poco más sencillo de lo que parecía". La protagonista también se ha encontrado con el hándicap de no poder experimentar las sensaciones de probarse el outfit elegido. "Tengo el vestido, pero todavía no me he podido realizar ninguna prueba al estar la tienda en otra comunidad autónoma. Me ha sido imposible". Dificultades extras que, sin embargo, no le han borrado la sonrisa.
Encantados con sus proveedores
Las comodidades en lo que al cambio de fecha se refiere no han sido la única muestra de ayuda por parte de los proveedores. También lo manifiesta su implicación en el momento de trazar un plan B, ya que la pareja tenía claro que no quería prescindir de varias de las empresas contratadas. "Como todo vino de repente, durante el confinamiento fuimos buscando fechas alternativas, amoldándonos principalmente a los proveedores. El mayor inconveniente lo teníamos con el tema del restaurante y el fotógrafo, ya que no queríamos cambiarlos. Teníamos clarísimo que la boda era con ellos. Y la verdad es que el fotógrafo fue muy amable e intentó buscarnos varias fechas. La única en que era posible cuadrarlo todo era en agosto". Así pues, están muy agradecidos con el trato y la flexibilidad de todos los proveedores implicados. “Se han mostrado todos muy cercanos. No hemos tenido ningún problema con ellos y se están amoldando a nosotros”, asegura María Isabel.
Unas dudas que fueron desapareciendo en favor de la seguridad
A pesar de todo lo vivido a causa del coronavirus, esta pareja murciana tenía claro que no era motivo suficiente para frenar su gran día. "Nosotros queríamos mantener la boda a toda costa este año, no queríamos esperar más. Si no hubiera habido más remedio, entonces sí, pero si había alguna posibilidad de que fuera este año, aunque fuera con ciertas medidas, preferíamos esperar un poco más", afirma satisfecha la novia. Asimismo, explica que al comienzo sí existió un cierto titubeo al ver los planes de otras parejas. "Al principio tenía dudas, porque al leer comentarios de otras novias que cambiaron en seguida la fecha al año que viene pensamos que a lo mejor nos estábamos arriesgando". Algo que no impidió que el optimismo ganara la batalla y que su enlace en la segunda fecha prevista se convierta en realidad en breve. "Ahora la verdad es que tengo mucha más seguridad que hace unos meses, sobre todo viendo que la situación está un poquito mejor y mucho más organizada", nos comenta María Isabel.
Un "sí, quiero" con la presencia de todos los suyos
El gran día de la pareja se celebrará en dos municipios cercanos. Así, la ceremonia tendrá lugar en la iglesia de Santomera, mientras que el banquete se realizará en un restaurante de la pedanía de Cobatillas. La pareja estará acompañada por 180 invitados, el número previsto desde el inicio, algo que les hace especial ilusión tras estos meses en que los encuentros no han estado a la orden del día. "Estamos muy contentos porque, si hubiéramos tenido que reducir la lista, no nos sentiríamos bien sabiendo que gente que queríamos que estuviera en ese momento finalmente no podía acompañarnos".
¿Cómo se enteraron de que finalmente podrán casarse? "Fuimos nosotros mismos quienes a través de la televisión y del resto de medios de comunicación nos fuimos informando un poco para ver si se podía celebrar este año la boda y cómo y cuándo terminaban las fases de la desescalada por el tema de los invitados. Como ya teníamos la mayoría de invitaciones entregadas y no queríamos prescindir de ninguno de ellos, estábamos muy atentos". ¿Hay gente con miedo a asistir? "Quizá algunas amigas embarazadas puedan tener un poco de miedo y es totalmente lógico". ¿Cómo se anunció el cambio de fecha? "Lo dijimos en el grupo de amigos por Whatsapp. No la fecha con el 100% de seguridad, sino el día alternativo que teníamos pensado. Así la gente también estaba preparada. A las personas mayores, en cambio, se lo dijimos uno a uno. Y todo el mundo podía, ya que seguramente al no haber tantos viajes planeados en esas fechas a diferencia de otros años, es más fácil. Así que estamos muy contentos". Invitados que estuvieron siempre ahí para darles ánimos, un aspecto fundamental para sobrellevar mejor estos tiempos tan excepcionales.
Otra de las modificaciones que han tenido que afrontar en cuanto a los planes originales ha sido la luna de miel. "Ha sido un cambio radical. En principio teníamos pensado ir a Nueva York y unos días a Punta Cana, pero ahora obviamente es impensable viajar a otros países". Afortunadamente, no la habían contratado gracias a la recomendación de la propia agencia de viajes. "Estábamos a punto de contratarla. Pero tuvimos mucha suerte porque el chico que nos atendió nos dijo que mejor nos esperáramos, ya que coincidió con el inicio de la pandemia". Un hecho que no evitará que este verano disfruten de una escapada alternativa. "Aún no lo hemos concretado, pero seguramente realizaremos un viaje en coche por España. Queremos ir por el norte: Asturias, Galicia…", apunta la novia.
Las medidas de higiene y seguridad, imprescindibles
El día B no faltarán, por supuesto, las medidas de higiene y seguridad estipuladas por el Gobierno, algo que para María Isabel es totalmente indispensable. "Yo creo que las medidas son necesarias. Todavía hemos de tener mucha precaución". El hecho de tener tantos asistentes, no será un impedimento para que se cumplan dichas condiciones. "El restaurante nos lo ha facilitado todo mucho, ya que al disponer de comedores amplios no habría problema si se tuvieran que juntar dos", explica. También se garantizará la correcta separación de mesas y el uso del gel hidroalcohólico. Asimismo, en la cena, que tendrá lugar en un salón interior mientras que el cóctel será al aire libre, los camareros no dejarán nada preparado encima de la mesa hasta que todos los comensales ya estén sentados y sea el momento oportuno de servir los platos. En cuanto al tema de la mascarilla, la pareja aún desconoce si deberá llevarla. "Todavía nos falta concretar las medidas que vamos a tener el día de la boda. Por ejemplo, no sabemos si será necesario que todos llevemos las mascarillas". Igualmente, y a la espera de terminar de precisar las condiciones, confían en la respuesta de los suyos. "Creo que la gente es responsable y sabrá cómo actuar en ese momento. Así lo espero".
Volver a ilusionarse: la clave para otras parejas
Este es el mensaje que a ellos les ha ayudado a ser más positivos y el mismo que quieren transmitir al resto de parejas que están en su misma situación. "Las animaría mucho. Cada pareja puede pensar de forma diferente, pero sobre todo les diría que no pierdan la ilusión. Al estar esperando más tiempo puede parecer que se va perdiendo, así que es importante no dejar los preparativos y seguir adelante". ¿Un consejo que hayan puesto en práctica? "Nos ha servido estar siempre buscando cosas novedosas. Y estamos haciendo manualidades para que todo sea más personalizado. Por ejemplo, ahora estamos diseñando las iniciales para ponerlas en el restaurante". Por último, María Isabel quiere lanzar unas palabras de optimismo e ilusión desde su vertiente más profesional. "Vamos a salir de esto muy pronto. Siguiendo las medidas recomendadas, sobre todo el tema de la higiene de manos y la distancia de seguridad, seguro que todo esto termina en breve". Y seguro que saldremos de esto juntos y con la mejor de las medicinas: el amor. ¡Muchas felicidades María Isabel y Sergio! Os deseamos toda la felicidad del mundo.