El primer brindis: conocedlo todo sobre este fantástico ritual
Uno de los momentos más emocionantes en cualquier boda es el primer brindis en honor a los novios. Unas bonitas palabras pronunciadas por la pareja o por alguien cercano a ella, por las que todo el mundo alza la copa y les desea la máxima felicidad.
En muchas ocasiones se pide un brindis: ante una buena noticia, en una cena especial, en Navidad y, como no, en una boda. Puede parecer una mera formalidad, pero es la oportunidad perfecta para hacer un alto en el banquete y desear la máxima felicidad al recién estrenado matrimonio. ¿Queréis saber lo que dicta la tradición sobre este primer brindis? Pues dejad por un momento de hablar de vestidos de novia fantásticos, de pensar cómo deberán ser los detalles de boda con los que obsequiar a vuestros familiares y amigos y de imaginar todas esas ideas originales para bodas que harán de vuestro enlace algo único. ¿Preparados?
¿Quién deberá hacerlo?
El padrino es la persona que, en teoría, tiene que pedir el primer brindis por la pareja de recién casados y, por lo general, lo hace al término de un breve discurso en el que se dirige a los novios. Sin embargo, cualquier otro familiar cercano o, incluso, algún amigo muy íntimo puede ser el primero en ofrecer unas palabras a los recién casados y en brindar por ellos.
Lo ideal, en cualquier caso, es que la persona que vaya a hacer este pequeño discurso y el brindis lo comunique con anterioridad a la pareja para no descuadrar los horarios establecidos y que dé tiempo a disfrutar de las diferentes ideas divertidas para bodas programadas, como la actuación de un mago, una divertida yincana o las ideas para photocall.
¿Qué momento es el más apropiado?
Normalmente, tras el brindis la pareja agradecerá al orador sus palabras y a los invitados su asistencia. Aunque no existe una norma explícita, lo conveniente es realizar el brindis entre el corte de la tarta nupcial y el inicio del baile. No obstante, hay quien aprovecha las pausas entre plato y plato para lanzarse a dedicar unas emotivas y divertidas palabras al recién estrenado matrimonio.
Los discursos pueden ser espontáneos o preparados, pero siempre es recomendable llevar un pequeño guion para evitar que los nervios puedan jugar una mala pasada. Es importante que el encargado de empezar el brindis se presente ya que puede ser que algunos invitados, ataviados con unos maravillosos trajes de fiesta, no lo conozcan. Para inspirarse, el padrino, familiar o amigo puede pensar en los buenos momentos vividos junto a la pareja, recordar sus inicios, explicar lo que les desea en un futuro, comentar una anécdota entrañable o divertida, o bien acompañar el discurso con algún vídeo u obsequio.
Un fragmento de un poema, una canción o frases célebres pueden ser una buena manera de dar por acabada la introducción al brindis. Los mejores discursos serán aquellos que salen directamente del corazón y reflejan un gran amor por la pareja que acaba de pasar por el altar.
¿Cuánto debe durar el discurso?
La duración del discurso que acompaña el brindis no debe ser muy corto pero tampoco excesivamente extenso. Aunque también dependerá de lo cómoda que se sienta la persona al hablar en público, lo ideal es que dure unos 5 minutos aproximadamente, pues es el tiempo perfecto para que el resto de invitados le preste la debida atención y no se aburra.
Por otro lado, y según dicta la estricta tradición, el brindis lo inicia el padrino levantando la copa a la altura de la nariz y el resto de invitados lo deben imitar, sin chocar las copias entre sí, sino solo alzándolas en señal de celebración. El momento perfecto para que, de fondo, suene alguna de las canciones románticas para bodas que más os guste.
Aunque ahora os inunden los nervios pensando en cómo será vuestro primer brindis, debéis saber que la espontaneidad será la que haga el momento realmente inolvidable. Risas, emoción y alguna que otra lagrimilla serán señal inequívoca de que el brindis ha sido todo un éxito. Elegid una de las canciones de boda para indicar que la celebración continúa su curso y seguid disfrutando de lo lindo al lado de quienes recibieron vuestras invitaciones de boda. Sin duda, un día inolvidable de principio a fin.