El otro vestido de novia
Un vestido para sentirse cómoda pero igual de impresionante, para quitarse la pesada cola que querías lucir en la iglesia o simplemente por cambiarte y sentirte princesa al cuadrado. Para eso y más existe el otro vestido de novia.
¿A qué mujer no le gusta estrenar vestido? Y si es de novia la emoción se multiplica. Son muchas las chicas que el día de su boda deciden lucir dos vestidos de novia ya sea por gusto o porque el elegido para la ceremonia no resulte el más adecuado para bailar y pasearse durante el banquete.
Si tú eres una de estas novias te contamos todo lo que debe reunir tu segundo vestido para estar más cómoda pero sin dejar de ser la novia.
- Está la opción de elegir una versión parecida a tu vestido de novia principal, del mismo diseñador o tienda pero quitándole la cola, las mangas, añadiendo escote... Lo que te haga sentir más ligera. Algunos diseñadores ya se plantean esta opción de base y ofrecen vestidos de novia convertibles.
- También puedes optar por algo totalmente distinto y así quitarte la espinita de llevar un vestido de novia corto o de un diseño más extremado al del vestido que lleves en la ceremonia.
- El color es otra posibilidad. Quítate el blanco y elige un vestido que sin dejar de verte princesa sea de tu color preferido, el que más te favorezca o de los que habéis usado en la boda como gama principal.
- Si vais a hacer un primer baile coreografiado, disfrázate o vístete acorde con él y luego déjatelo puesto el resto de la velada para bailar sin parar.
- Otra opción muy válida sería la de que tu propio vestido principal se transforme en otro quitando la cola, la falda, las mangas... De forma que al final parezca otro totalmente distinto.