El deporte, nuestro mejor aliado
El ejercicio físico es uno de los pilares fundamentales para reducir el exceso de peso. Se puede comer menos, pero si no se intenta gastar la energía almacenada en forma de grasa cuesta más y se suele recuperar rápido y fácilmente.
Cualquier actividad física, por muy pequeña que sea, siempre es positiva (desplazarse al trabajo o colegio caminando, subir escaleras, realizar tareas domésticas, etc.). El ejercicio físico moderado, de pequeña intensidad pero mantenido durante el tiempo, es el que realmente es eficaz para el control del peso.
Los más recomendables son los de tipo aeróbico. Actividades como caminar, nadar, montar en bicicleta, bailar, correr, jugar a tenis, a fútbol, etc., practicadas cada día durante 30-60 minutos. Es esencial elegir el tipo de actividad que más se adapte a cada persona y, si no se tiene costumbre, empezar con sesiones de 10-15 minutos.
Beneficios
- Mientras se practica se gastan calorías.
- Puede ayudar a disminuir la sensación de hambre y, consecuentemente, a reducir las ingestas.
- Permite conservar en buen estado la estructura esqueleto-muscular.
- Aumenta el metabolismo. Al comer menos, el metabolismo disminuye y se hace más ahorrativo. El ejercicio físico ayuda a que el metabolismo no trabaje tan lentamente.
- Reduce la posibilidad de padecer infartos de miocardio o cerebral, osteoporosis, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, aumento del colesterol sanguíneo, etc.
- Tiene efectos psicológicos positivos. Ayuda a combatir la ansiedad, el estrés, el insomnio y mejora el humor.
- Ayuda a tener buenas digestiones y mantener un tránsito intestinal adecuado.