El cortejo nupcial: descubre las claves de su éxito

El camino hacia el altar posee mucho simbolismo –es el camino hacia una nueva vida, aquella que comenzasteis a organizar meses atrás, con el envío de vuestras invitaciones de boda o con la preparación de un sinfín de ideas de decoración para bodas–. Por ello, ese instante será tremendamente emocionante y resultará visualmente una escena muy bella –así como también lo serán otros momentos del gran día, como la entrega de los detalles de boda a vuestro invitados, por ejemplo, o vuestro primer baile al son de las canciones para bodas más románticas–. Eso sí, el éxito lo lograréis siempre que planifiquéis vuestra entrada adecuadamente; ¡descubre cómo prepararla para que sea un éxito!

Son los novios los que establecéis cuántas personas lo formarán y quiénes serán los elegidos. Además de vuestros padres, podéis incluir a las damas de honor, a los amigos íntimos, familiares, niños... Las damas de honor y best men –familiares y amigos del novio, que desarrollan las mismas funciones que las damas de honor– son esas personas con las que tenéis un vínculo especial y queréis que os acompañen en ese día tan importante para vosotros.

Orden establecido

No siempre es posible, pero si podéis ensayar dos o tres días antes de la boda, mucho mejor. Tras entrar los invitados –los de la novia ocuparán los bancos de la izquierda y los del novio, los de la derecha– llega el momento del cortejo. El novio y su madre son los encargados de abrirlo, a continuación harán la entrada el padre del novio con la madre de la novia, tras ellos las damas de honor y, si los hay, los best men). La novia y su padrino son los encargados de cerrar la comitiva. El lugar de las damitas y los pajes puede variar, según la edad o si llevan flores, por ejemplo. Pueden ir delante de la novia, especialmente los más pequeños, o detrás, cuidando del traje.

Escenografía perfecta

La forma de entrar también es importante, para que quede bonito estéticamente. Debe prepararse unos 15 minutos antes de la entrada, debéis ir rectos, pero de una forma natural, para que no parezca un desfile militar, y dejando espacio entre pareja y pareja, suficiente para no pisaros, sin estar muy separados. Podéis tomar alguna referencia, como los bancos de la iglesia y dejar, por ejemplo, tres entre pareja y pareja. Advertid a todos que no deben correr y que deben caminar lentos, pero con ritmo. Si en el grupo de la corte de honor sólo hay mujeres, deben ir de una en una, mientras que si hay también hombres, en pareja y a la derecha de las damas.

Cómo colocarse

También es importante el momento en el que cada uno se va a su sitio, ya que hay que evitar el desorden. El novio se colocará en el lado izquierdo y su madre en el derecho, sin moverse hasta que llegue la novia. Lo correcto es que los padrinos se coloquen al lado del novio y las damas de honor en la parte de la novia, a la izquierda del altar. La novia debe colocarse entre las damas de honor y su futuro esposo, mientras que su padre o padrino debe ofrecer su brazo a la madre del novio y acompañarle a su asiento, para luego él dirigirse al suyo.

¿Y la salida?

Tras los invitados, que deben salir en orden –primero los de atrás y después los de delante– es el turno de los padres que no son padrinos –normalmente, la madre de la novia y el padre del novio–, después los padrinos y, a continuación, el resto de la corte de honor. Finalmente, vosotros, ya convertidos en marido y mujer, seréis los encargados de cerrar el cortejo nupcial.