¿Dietas rápidas?
Las dietas milagro se caracterizan por prometer una pérdida de peso rápida, más de cinco kilos por mes, no requerir esfuerzos y proclamar que carecen de riesgo para la salud. ¿Pero qué hay de cierto en todas estas afirmaciones?
La mayoría de las conocidas como "dietas milagro" no tienen base científica ni hipótesis demostrada. Es posible que su seguimiento provoque perdidas de peso, el problema radica en que una vez finalizada la dieta, a menudo se recupera más peso del perdido (efecto yo-yo). Además, pueden provocar deficiencias nutricionales y alteraciones metabólicas responsables de enfermedades.
El sobrepeso y la obesidad son, en la mayoría de los casos, consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, es decir, se consumen más calorías de las que se gastan, por lo que las medidas que se deben adoptar para la pérdida de peso consistirán en una reducción de la ingesta y en un aumento del gasto energético. Para conseguirlo se requiere un cambio en el estilo de vida en lo que concierne a la alimentación (dieta), a la actividad física y a la conducta.
La mayoría de Dietistas-Nutricionistas están de acuerdo en que toda dieta de adelgazamiento propuesta para perder peso debería favorecer una reducción del consumo de kilocalorías habitual respetando los criterios de una alimentación saludable (equilibrada y variada) y que las dietas muy estrictas suponen un fracaso.
Un tratamiento dietético correcto debe intentar establecer hábitos alimentarios y de vida saludables con el fin de mantener a largo plazo el peso perdido. Generalmente, se recomienda una restricción calórica moderada que permita una pérdida de peso media de 225 a 450 gramos a la semana. El/la Dietista-Nutricionista te puede asesorar en la instauración de tu propio plan de adelgazamiento.