Detalles de boda, ¿sí o no?
Los detalles de boda son un pequeño recuerdo de ese día que vuestros invitados se llevan a casa. Pero, ¿es necesario?, ¿pasa algo si no se entregan? ¡Os lo contamos!
La tradición de los detalles de boda ha llegado a nuestros días y se mantiene. La mayoría de parejas piensan en algo especial que regalar a sus invitados como recuerdo de su día B pero cada vez son más los novios que se preguntan si es necesario hacerlo.
Si os encontráis en ese dilema, aquí tenéis una pequeña reflexión que seguro va a ayudaros a tomar una decisión:
- Los detalles de boda han cambiado, ya no son sólo objetos, a veces no demasiado útiles que acaban cogiendo polvo en una estantería. Ahora pueden ser cosas que uno puede disfrutar a posteriori como algo de comida, bebida, un CD o una planta.
- Pensar en el detalle perfecto para vuestra boda, que vaya con vosotros y con el recuerdo que queréis que vuestros invitados se lleven, es una tarea no tan fácil como pueda parecer y por supuesto una inversión de dinero que podéis redirigir a otra cosa que os parezca más importante.
- Aunque tampoco es necesario gastarse una fortuna ni hacer detalles distintos para hombres y mujeres. Un detalle igual para todos y pensado con tiempo y cuidado o con la ayuda de vuestra wedding planner hará que el gasto sea menor y el resultado igual de óptimo.
- En vuestra boda estáis dando mucho a vuestros invitados desde que llegan y hasta que se marchan para agradecerles su presencia en un día tan importante. No debéis sentiros obligados a hacer nada extra si no es vuestro deseo o si no os lo podéis permitir. Estamos seguros que para ellos los más importante es haber estado allí.
- Por otro lado, podéis hacer mucho con muy poco o aprovechar algo que ya hayáis incorporado a la boda como recuerdo. Si ponéis abanicos, chales o sombrillas para la ceremonia, zapatillas o bailarinas para el baile o un caricaturista para entretenerles tras el banquete, eso mismo puede servir de detalle y recuerdo que cada uno se llevé sin necesidad de nada extra.
- Recordad que las cosas más pequeñas, mientras se hagan con corazón, son las que valen la pena. Escribid en una tarjeta algunas palabras para cada invitado y dejadla en la mesa, junto a su servicio, de manera que la lea nada más al llegar. No os costará nada y significará mucho. Al fin y al cabo, de eso es de lo que se trata, no lo perdáis de vista.
