7 destinos románticos para una luna de miel en otoño
No hay nada más romántico que disfrutar de una luna de miel en otoño entre los infinitos bosques de Vermont, los paisajes multicolor de Nueva Zelanda o la magia de los jardines de Kioto. Tomad nota de estos 7 increíbles destinos y… ¡soñad despiertos!
Tras decidir el tipo de enlace, encontrar el lugar perfecto para la ceremonia y el banquete, escoger el vestido de novia más elegante y glamuroso, elegir el traje de novio ideal y empezar a mirar lo último en zapatos de novia, llega el momento de ponerse manos a la obra y organizar la luna de miel. Y aunque seguramente habéis pensado en varios destinos, no tenéis muy claro cuál puede ser el mejor. Si queréis que el vuestro sea un viaje de novios de ensueño, decantaos por un lugar ideal para visitar en otoño, una estación del año muy romántica. Entre las numerosas opciones existentes, hay 7 propuestas que marcan tendencia en la actualidad. ¿Con cuál de ellas os quedáis?
1. La naturaleza espectacular de Vermont, Estados Unidos
El estado de Vermont, en Nueva Inglaterra, está cubierto en casi dos tercios por bosques caducifolios. Y en otoño, sus colinas se tiñen de espectaculares tonos ámbar, verdigrís, almibarados, rojizos y escarlatas. Los fresnos, álamos, robles y arces lucen un colorido único en el mundo. ¡Es el entorno ideal para vivir una luna de miel irrepetible! La marea de color suele empezar en las Green Mountains y lentamente se extiende a todos los valles colindantes. Vale la pena hacer un road trip, una ruta por carretera o en bicicleta para perderse por estos parajes únicos, descubriendo el valle del Champlain y, si tenéis tiempo, haciendo el recorrido panorámico más extenso por el paso Smuggler's Notch, que os mostrará bosques de colores brillantes antes de llegar al pueblecito de Stowe, con su mítico Gold Brook Covered Bridge, un puente cubierto de madera.
2. Paisajes coloristas y relax en Nueva Zelanda
Si queréis evitar las aglomeraciones de turistas propias del verano y disfrutar del sol y de la naturaleza en estado puro con temperaturas más suaves, el otoño es una época ideal para ir de luna de miel a Nueva Zelanda. En esta estación del año podréis disfrutar de una explosión de tonos naranjas, amarillos y rojos, que contrastan con el azul intenso del cielo en la bahía de Hawke y en las zonas de Central Otago. Además, los días todavía son largos para hacer excursiones a los nueve senderos Great Walks o contemplar de cerca los delfines y orcas que se acercan durante el otoño a la costa de Wellington.
3. La magia otoñal de Kioto, Japón
Kioto es la antigua capital del Japón imperial y una de las ciudades más mágicas del mundo en otoño, cuando muestra lo mejor de sí misma. Os enamorarán sus palacios, templos budistas y santuarios, rodeados de jardines multicolor con árboles de una paleta cromática que va desde el naranja hasta los dorados, pasando por los ocres y los rojos más intensos. No os perdáis el Palacio Imperial con el jardín Gonaitel, el castillo de Nijo con su jardín Ninomaru ni el Templo del Musgo o Kokedera. También es imprescindible una visita al templo de Kiyomizudera. En otoño tiene unas vistas espectaculares.
4. El embrujo de Capadocia, Turquía
Turquía, el país de las mil maravillas, esconde la Capadocia, región de Anatolia Central. En ella encontraréis los paisajes más asombrosos del mundo, que explotan de belleza en otoño, cuando los árboles amarillean en su paisaje casi lunar. Allí disfrutaréis de una fantasía multicolor con ciudades, iglesias y monasterios bizantinos excavados en la roca. Uno de los imprescindibles es volar en globo para contemplar desde el aire el paisaje al amanecer o al atardecer. No os perdáis el valle de Ihiara, el valle Rosa, el valle del Amor, el valle de las Palomas, el valle Zemi, el valle Gurkundere, el precioso pueblo de Goreme, las chimeneas de las hadas ni la ciudad subterránea de Derinyuku. Y ya que estáis en Turquía, aprovechad para pasar dos o tres días en la misteriosa Estambul. ¡Pura magia!
5. Salzburgo, el corazón de Europa
Considerada una de las ciudades más bellas de Austria, Salzburgo os enamorará nada más conocerla engalanada con sus colores otoñales. ¿Cómo sabréis que ha llegado el otoño a la ciudad? Cuando la fortaleza de Hohensalzburg se tiña al atardecer de un cálido tono rojizo y anaranjado. Pero en la región de Salzburgo también podréis apreciar la llegada del otoño en montañas, valles y pintorescos pueblecitos con una bella explosión de amarillos, rojos y dorados. Sin olvidarse de los lagos, como el Wolfgangsee o el Zellersee, que ofrecen vistas maravillosas de las cimas del Parque Nacional Hohe Tauern. ¡Lo tiene todo!
6. El embrujo de Marrakech, Marruecos
Ir de luna de miel a Marrakech en otoño es siempre un acierto, ya que empieza a refrescar y sus noches son más bulliciosas, pues la gente sale más a pasear gracias a la bajada de temperatura. Alojaos en algún sofisticado riad y perdeos por la plaza de Jamaa el Fna, el palacio Badi, el jardín Majorelle o los jardines de la Menara, con grandes contrastes de colores otoñales. También vale la pena observar el paso del otoño en los jardines de Agdal. Y si os sobra tiempo, llegaos a Essaouira. Esta joya del Atlántico africano, declarada Patrimonio de la Humanidad, regala bellos atardeceres en otoño.
7. Madagascar, la perla de África
Desde septiembre y hasta mediados de noviembre, esta preciosa isla del Índico, en la costa suroeste de África, recupera su tranquilidad, ya que no es época de ciclones ni de lluvias torrenciales. Además, disfrutaréis de sus paradisíacas playas con un clima más agradable. Poseedora de una rica biodiversidad, podréis ver en toda su plenitud los bosques en la costa este de la isla sin apenas precipitaciones. También podréis ir de relax a Nosy Be, una islita preciosa junto a la gran Madagascar.
¿Seducidos por estos bellos destinos de otoño? Mientras llega el momento de comenzar vuestra luna de miel, id pensando también en las ideas originales para bodas con las que sorprender a vuestros invitados, así como en las mejores canciones de boda para abrir la pista de baile. Vais a vivir un viaje único... ¡en todos los sentidos!