Cuidado del cabello
El sol, el cloro, el agua salada, el viento... Muchos son los factores que pueden estropear nuestro cabello, especialmente durante el verano. Para lucir una melena perfecta es necesario hidratarla y evitar su exposición a los agentes que la dañan.
El pelo, al igual que la piel, se ve expuesto a diario a agresiones externas que lo estropean y lo debilitan. Un cabello dañado se caracteriza por la falta de brillo, el aspecto pajoso y las puntas abiertas.
Una alimentación sana y variada con abundante ingesta de agua, unas correctas pautas de descanso y la práctica de deporte influyen directamente en la buena salud del cabello. Pero para lucir una melena sana es imprescindible seguir unos cuidados básicos diarios:
- Lavarse el pelo con productos específicos según el tipo de cabello (normal, seco o graso) y sólo cuando éste esté sucio. A la hora de aclararlo es preferible hacerlo con agua templada o fría y a conciencia para eliminar bien todos lo residuos.
- Tratar el cabello con productos hidratantes y nutritivos como serums o mascarillas, al menos una vez por semana.
- Al salir de la ducha, retirar suavemente el exceso de agua y humedad con la toalla pero sin frotar el pelo.
- Desenredar el cabello por mechones con cuidado, empezando por las puntas. Utilizar peines y cepillos de cerdas naturales.
- Evitar el uso excesivo de productos capilares como gominas, espumas o lacas.
- Evitar el uso excesivo de secadores, planchas o tenacillas. Al utilizar el secador, en ningún caso acercar la boquilla al nacimiento del cabello.
- Cortarse las puntas con regularidad; de este modo se evitan las puntas abiertas y el pelo crece con más fuerza y brillo.
