Creáis o no en las tradiciones de boda... ¡ya os podéis ir olvidando de estas 12!
Aunque os gusten y respetéis las tradiciones, seguro que podréis prescindir de alguna de estas doce en vuestra boda. Pensad que es un día único en la vida y que es importante que sea fiel a vuestros deseos y personalidades. ¿Os atrevéis?
En una boda no todo viene marcado por las tradiciones, sino que el protocolo está ahí... ¡para saltárselo! Lo importante es que seáis vosotros mismos y que os mantengáis fieles al estilo de boda que deseáis conseguir. Así que no dejéis de lado vuestros deseos ni penséis "en el que dirán". Es vuestro gran día y solo vosotros decidís cómo queréis que sea. Lo importante es que os sintáis cómodos y a gusto. ¡Todo debe llevar vuestro sello personal por encima de los convencionalismos! Sed vosotros mismos.
1. El vestido de novia tiene que ser blanco
¡No tiene por qué ser así! Los vestidos de novia de colores, como los de tonos champán o los crudos, también son preciosos. Sin olvidar que hay propuestas en numerosas tonalidades: rosas, rojas, azules, amarillas... ¡incluso negras! Y si te parece excesivo apostar por un vestido de novia que no sea blanco, tranquila. Siempre puedes elegir un modelo que incluya algún elemento de este color, como el cinturón, un lazo, un bordado o alguna de las flores en 3D. Del mismo modo, puedes apostar por añadir un toque llamativo en tus zapatos, en las joyas, en el tocado… ¡Todo es atreverse!
2. El velo deber ser largo y blanco
En absoluto. Es una más de las opciones existentes, como también los son los velos birdcage, por ejemplo. Hay tantas posibilidades como desees. ¿No quieres llevar velo? Reemplázalo por una corona de flores o, lo más nuevo, por una preciosa capa que puede ser blanca... o no. Apuesta por un outfit que te permita ser tú misma de principio a fin.
3. La música clásica acompañará vuestros pasos hacia el altar
Es una música maravillosa... ¡pero no es la única! Atreveos a que suene vuestra favorita o esa melodía que os enamoró a los dos. Da igual si la marcha nupcial forma parte de la banda sonora de una película, si es una balada, una canción de rock o un clásico del pop. No tendréis problema siempre que se trate de una ceremonia por lo civil. Si es religiosa, deberéis consultarlo antes con el sacerdote que os casará.
4. La ceremonia ha de ser formal
Olvidaos. La ceremonia puede ser como vosotros queráis, independientemente de si se trata de un enlace civil o religioso, aunque en este último caso acostumbran a ser menos originales. Buscad alternativas para entretener a vuestros seres queridos y conseguir que no quieran perderse ni un segundo de la ceremonia.
5. Al salir de la ceremonia os caerá una lluvia de arroz
O no. A pesar de que la tradición de tirar arroz en las bodas sigue vigente, hoy en día son muchas las parejas que prefieren reemplazar los clásicos granos de arroz que los invitados les lanzaban al finalizar la ceremonia por pétalos de flores, confeti, pompas de jabón, semillas de lavanda (que además huelen fenomenal), bolitas de colores… Imaginación al poder.
6. No os podéis ver antes de la boda: da mala suerte
Actualmente, muchas parejas que viven juntos deciden arreglarse y vestirse juntos como cada día, ayudándose incluso para lucir más guapos todavía. O quedan minutos antes de que empiece la ceremonia para verse a solas vestidos para la gran ocasión. Es lo que se conoce como first look y, además de los contrayentes, suele haber un fotógrafo profesional que se encarga de capturar estos emocionantes momentos. ¿Más opciones? ¡Por supuesto! Y es que también hay parejas que deciden llegar juntas a la ceremonia. Está claro: más allá de supersticiones, las tradiciones están para romperlas.
7. Vuestros anillos han de ser iguales
Lo habitual es elegir alianzas idénticas para los dos, aunque también podéis decantaros por alianzas de boda diferentes pero similares o bien por piezas que, juntas, se complementan y permiten leer los nombres de la pareja o alguna palabra especial para ellos. Elijáis el modelo que elijáis, no hace falta que sean iguales. Pensad que las alianzas de boda son para toda la vida, por lo que deben ser del gusto de quien las va a llevar.
8. Las damas de honor son mujeres y los padrinos hombres
Aunque es lo más normal, no tiene por qué ser así. De hecho, hay novias a las que les hace mucha ilusión que su mejor amigo tenga un papel destacado en tu boda y, por ello, deciden incluirlo en su comitiva nupcial. Aparte de afianzar vuestra amistad, seguro que le harás muy feliz y será todo un honor para él. ¡Pero no olvides consultárselo primero!
9. El padre es el que acompaña a la novia al altar
Depende de lo que tú decidas. Así que puede ser que sí y puede ser que no. Puedes escoger a cualquier otra persona importante en tu vida, como un hermano, tu madre, tu tío, tu hijo, un amigo... Incluso podéis optar por hacer una entrada conjunta. La última palabra es vuestra.
10. El aperitivo y el banquete ya son suficientes
No necesariamente. Y es que también podéis incluir una deliciosa mesa de dulces o candy bar para que vuestros seres queridos disfruten de su delicioso sabor durante la fiesta o bien una recena en la que no falten las mini hamburguesas, los hot dogs, las crepes, las porciones de pizza...
11. Las damas de honor deben vestir igual
¿Por qué? Dejad que destaque la personalidad de cada una y que puedan escoger los diseños que más les favorezcan. Puede ser un mismo modelo en diferentes colores, una misma tonalidad y diseños diferentes o bien que cada una luzca el traje que desee, pero en una serie de tonalidades previamente acordada. ¡Los vestidos de dama de honor admiten todo tipo de variaciones!
12. La ceremonia de boda ha de ser en un juzgado o en la iglesia
Capillas e incluso jardines –siempre que podáis convencer al párroco que ha de oficiar la ceremonia– serán otros lugares igualmente válidos para celebrar un enlace religioso, mientras que el abanico de opciones para las ceremonias civiles es prácticamente infinito, si bien casi siempre es necesario que los novios acuden previamente al juzgado.
Decidáis lo que decidáis para la boda, es importante que vuestra forma de ser esté por encima de las costumbres y tradiciones de boda en España. Así que pensad realmente en cómo queréis que sea todo y si ello implica saltarse una tradición... ¡que así sea!