Contratar una Wedding Planner: todo lo que debes saber
Son las hadas madrinas de este siglo: ayudantes, confidentes, aliadas. Con su varita mágica son capaces de hacer realidad tus sueños y lograr una boda de cuento. Contratar una wedding planner es la mejor forma de asegurarte una boda perfecta.
Para muchas novias, es mencionar una wedding planner y pensar en aquella mujer que, entre un amplio probador de vestidos de novia, les encuentra el más maravilloso, como Jennifer Lopez en la película Planes de Boda; impecablemente, meticulosa, puntual, segura… Esta figura, que aterriza directamente desde América, es hoy por hoy (casi) imprescindible en cualquier boda, sobre todo si estás pensando en enviar un sinfín de invitaciones de boda pues deseas convertir tu gran día en toda una fiesta. Es una solución perfecta para grandes eventos, en los que el riesgo de que se escape algún detalle es grande, pero también es una gran ayuda si no tienes tiempo de organizar tú misma todo lo que quieres tener en tu boda, ni de pensar en todas esas ideas de decoración para bodas que harán de tu enlace algo único. Ponerse en sus manos no significa que decidan por ti, ya que tú tomarás decisiones imprescindibles –como la elección de los regalos de boda, por ejemplo– y participarás en cada detalle, pero te puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza y, sobre todo, tiempo. Además, aportan toda su experiencia en la organización de bodas. Cómodo, ¿no?
¿A quién elegir?
Las organizadoras de boda (o wedding planners) están a tu lado desde que empieza la cuenta atrás y se quedan con vosotros hasta el día de la ceremonia (si así lo especificas), para asegurarse de que todo salga perfecto. Ese día comprobarán que todos los invitados han llegado a tiempo, repartirán arroz, coordinarán el momento para que suene el vals nupcial... Aspectos que harán que todo salga a la perfección y que te permitirán desconectar para disfrutar de tu boda en todo momento.
Un punto importante es que sientas que hay química entre la organizadora y tú, que su personalidad te guste, porque si estableceis una buena relación desde el principio, todo fluirá de forma más natural y se notará en el proceso: debes confiar en ella, piensa que durante un año vais a tener que estar en contacto.
No te lo tomes como un gasto, sino como "una inversión", como dice De Boda con Ángela. Una garantía de que todo salga bien, que te evita quebraderos de cabeza y te permite ganar tiempo. ¡Y lucir mejor cara! Porque no hay nada más relajante que saber que estás en buenas manos y que alguien lo tiene todo controlado.
Además de química, tu Wedding Planner y tú debéis coincidir en la forma de ver tu boda, que tenga un estilo que te guste. Y para eso lo mejor es ver antes muestras de sus trabajos. Y decidir entonces si te interesa que te ayude a organizar toda tu boda o que se encargue de algunos puntos que sean su fuerte.
¿Cuánto cuesta?
Existen dos formas de contratar una Wedding Planner. La primera es acordar un precio, que se fijará según los servicios que incluyas, porque no es lo mismo que se encargue de toda la organización y que incluso asista el día de la celebración a que se encargue solo de algunos aspectos (elección del banquete, decoración del lugar de celebración, selección de música...). Según los casos puede suponer un coste de 1.600€ en adelante.
Existe otra opción, llamada de pago indirecto, que consiste en que no te cobren nada, sino que se lleven una comisión de los distintos proveedores que contrate. Es un punto que debes aclarar en la primera entrevista, para averiguar con qué proveedores trabaja y decidir si te interesa esta segunda opción.