Consejos para invitadas a una boda en verano
El verano es junto con la primavera, la estación del año que más bodas registra. Por eso, en esta ocasión, os traemos algunos consejos que os ayudarán a lucir radiantes y perfectas en caso de que vayáis a asistir a una boda en este tiempo.
Si la boda se celebra por la mañana, lo más acertado es elegir un vestido cómodo y a la vez fresco, ya que la mayoría de las veces se suele tomar un aperitivo o cóctel al aire libre previo al banquete, y este es el momento donde más calor podemos sufrir.
Unas sandalias será lo más acertado, pero para ello es muy importante lucir una pedicura impecable: talones suaves, sin grietas ni rozaduras, y sobre todo uñas arregladas y esmaltadas.
La pedicura francesa con un tono porcelana beis o rosa es lo más habitual. Pero si sois atrevidas, este año están más de moda que nunca los esmaltes de color. Colores como el turquesa, el verde lima, el fucsia o el amarillo que en otras fechas no podríais lucir. ¡Incluso combinados con pedrería! Nuestro consejo: llevar las uñas de los pies y a juego con las de las manos. Pero si lo preferís, podéis elegir esmaltar los pies con un color llamativo y las manos en francesa. ¡Eso sí! A ser posible no lo hagáis al revés.
En cuanto al bronceado, si habéis tenido la suerte de ir a la playa habréis conseguido un bonito tono dorado. Pero si no sois fanáticas de tomar el sol o aún no habéis tenido tiempo, podéis optar por el bronceado sin sol de los autobronceadores o de los tintes a base de azúcar de caña.
Los autobronceadores funcionan mediante la reacción de oxidación de uno de sus componentes, la dihidroxidoacetona (DHA), que al contacto con los aminoácidos de nuestra piel produce un color anaranjado similar al bronceado solar y que dura alrededor de 4 días. El tinte a base de azúcar de caña, o tinte egipcio, funciona de forma similar al autobronceador, pero sin la acción oxidativa, siendo en este caso la aplicación de un tinte en nuestra piel que produce un ligero color dorado. Éste se suele aplicar también como substituto de la base de maquillaje. Ambos métodos son inocuos para nuestra piel y nuestro organismo, y se eliminan por el proceso natural de exfoliación de las células de la epidermis.
Por último, no debemos olvidarnos del cabello. El ambiente seco propio de la estación estival hace que éste se vea más apagado y sin brillo por lo que es necesario cuidarlo en profundidad. Lo más recomendado es acudir a la peluquería y realizarse un tratamiento de hidratación. Pero si el tiempo o el dinero no os lo permiten, aplicad una mascarilla dejándola actuar unos 20 minutos los días previos a la boda. Notaréis los resultados rápidamente: un pelo mucho más flexible, brillante y suave, y perfectamente preparado para un bonito recogido o para lucirse suelto.