Pautas básicas para elegir la música de vuestra boda

Cuanto más mimo pongáis en todas vuestras decisiones relativas al día B, mejor saldrá todo. Por ejemplo, unos detalles de boda que hagan las delicias de todos los invitados, unas ideas originales para bodas que demuestren vuestro buen gusto decorando ambientes y, por supuesto, la música que pondrá ritmo a toda la celebración. ¿Necesitáis consejos para elegir las canciones para bodas más adecuadas para cada momento? Os orientamos con esta completa guía.

Música suave para la ceremonia

Un coro o un trío de cuerdas puede inundar con sus voces o sus notas la ceremonia, que tendrá su momento más especial cuando la pareja se encuentre durante la ceremonia. Como regla general, y tanto si se trata de una boda civil como religiosa, conviene apostar por unas melodías suaves. Sin embargo, pensad que la música para bodas civiles ofrece más opciones en cuanto al estilo musical, mientras que si el enlace se celebra en la iglesia habrá que elegir unos ritmos más solemnes y clásicos. De hecho, lo ideal es seleccionar el repertorio y mostrárselo al sacerdote que oficiará vuestra unión para que dé su visto bueno.

Hilo musical de fondo para el aperitivo

Acabada la solemnidad de la ceremonia, una forma de ir animando a los invitados es acompañar el aperitivo con una música de fondo que no debe hacerse protagonista, pero sí alegrar el ambiente. Así, os convienen temas con ritmo pero tranquilos, como los del estilo chill out, jazz o bossa nova. Otra opción (si os alcanza el presupuesto) es contar con una banda en vivo que cree un ambiente distendido.

Animación para vuestra entrada al banquete

Terminado el cóctel daréis el pistoletazo de salida para que comience el banquete. Dependiendo de vuestro carácter podéis hacer una entrada triunfal con una canción muy dinámica y cañera que alegre a todos o, si os consideráis más discretos, seleccionar una melodía romántica más pausada.

Una playlist para recordar

El convite más festivo puede contar con congas improvisadas entre plato y plato, mientras los invitados corean vuestras canciones favoritas. Sin embargo, mientras los invitados saborean los deliciosos platos que habéis seleccionado para ellos todavía debe sonar música ambiental, salvo en los momentos más especiales donde el poder de los ritmos ha de ser bastante estelar y la música debe sonar a mayor volumen. ¿Cuando?

El corte de la tarta:

Elegid una canción que tenga un significado especial para los dos en vuestra historia de amor. La mejor, música romántica y dulce, tan dulce como las ideas para el candy bar que habéis decidido incorporar en un rincón de la sala. Aunque, ¿por qué no atreverse con una canción cañera que haga que vuestros invitados se pongan en pie de un salto?

Entregas de regalos

Si tenéis diferentes sorpresas preparadas para los asistentes, como regalar los muñecos de la tarta a otra pareja o entregar el ramo a una amiga o familiar, elegid un tema personalizado en cada caso. ¡Resultará un momento muy emotivo para ellos!

Múltiples opciones para el primer baile

Es un momento irrepetible, vuestro primer baile como casados. Esta elección musical dependerá más de lo que vaya con vosotros. Más allá del clásico y tradicional vals os podéis atrever con el género rock, rap, tango, heavy metal… Es el instante en el que están permitidas más licencias. ¡Aprovechadlo!

¡Que comience la fiesta!

¿Verdad que tenéis invitados de varias generaciones? Recordadlo y confeccionad una playlist variada con temas de todos los tiempos. La fiesta durará unas cuantas horas, así que una opción es contratar un grupo de música al inicio y, después, continuar con un DJ. O bien intercalarlos. En todos los casos se recomienda combinar baladas lentas y muy románticas con ritmos más movidos y alegres, así como mezclar canciones de rabiosa actualidad con grandes clásicos.

Pasaréis un día maravilloso acompañados de vuestros seres queridos. Estaréis guapísimos con vuestros peinados para bodas, y los invitados os sorprenderán con unos vestidos de fiesta realmente elegantes y muy bien seleccionados. Aunque no os quepa la menor duda de que durante la fiesta todos os desmelenaréis. ¡Que el ritmo no pare!