7 consejos básicos para mantener la línea en Navidad
A pocas semanas de la Navidad ya estaréis pensando en las comidas y cenas que se sucederán con familiares y amigos. Excesos que, si no tenéis cuidado, pueden acabar por pasaros factura en la figura. ¡Descubrid cómo mantener la línea estas Fiestas!
¡La Navidad ya está aquí! Reuniones familiares, encuentros con amigos y el cambio a un nuevo año, en el que enviaréis por fin vuestras invitaciones de boda. Las Fiestas son sinónimo de momentos únicos, que siempre vendrán acompañados de comidas extraordinarias. Y aunque es cierto que deberéis disfrutar de todas ellas, también lo es que deberéis ir con cuidado si queréis que el maravilloso vestido de novia de corte sirena y el entallado traje de novio os sigan sentando como un guante en las próximas pruebas. Por norma general lo menús navideños suelen ser copiosos, aunque también podéis apostar por comidas algo más ligeras. El resultado valdrá la pena.
¿Cómo conseguirlo? La composición del menú es la clave. E igual que un vestido de novia de corte princesa no es sinónimo de incomodidad ni un traje de Hugo Boss de extravagancia, una buena comida no tiene por qué contener muchas calorías. El secreto es elaborar un menú equilibrado que incluya todos los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas. Por ello, si pensáis preparar alguna de las comidas navideñas que disfrutaréis este año, pensad en recetas que logren conquistar el paladar de todos vuestros invitados sin necesidad de acabar con sensación de pesadez. ¡Ellos también os lo agradecerán! Como agradecerán todos y cada uno de los detalles originales para bodas con los que esperáis sorprenderles el día B.
¿Y qué sucede si la tradición familiar os impide cambiar el menú? Seguro que es posible elaborar la misma receta, sin renunciar a todo su sabor, pero más ligera. ¿Queréis saber qué consejos os ayudarán a crear el clásico plato navideño en su versión healthy? Tomad nota.
1. Decid "¡sí!" a las versiones light
Si tenéis la oportunidad de encontrar los productos necesarios para elaborar la receta en su versión "ligera", no lo dudéis y decantaros por ellos. Salsas, productos lácteos, bebidas, pan, bollería... Los alimentos sin gluten, los desnatados, los sin lactosa, los lights o, incluso, los que no contengan azúcares añadidos siempre serán un acierto tanto a la hora de evitar un aporte calórico innecesario como a la de combatir cualquier posible alergia que padezcan los invitados a la velada.
2. Los mejores sustitutos
¿Sabéis qué productos se convertirán en los mejores sustitutos a la hora de elaborar platos de gran sabor y bajos en calorías? Del mismo modo que podréis incluir brochetas de frutas o yogures descremados en las ideas para candy bar de vuestro enlace, a la hora de cocinar los platos navideños intentad reemplazar ciertos alimentos por otros menos energéticos o calóricos. Por ejemplo, ¿qué os parece emplear leche desnatada y dejar a un lado la tradicional nata de cocinar? ¿O queso de untar en lugar de mantequilla? También podéis sustituir el queso por pan rallado para los gratinados y emplear alga agar-agar en lugar de harina de trigo a la hora de espesar las salsas que acompañen vuestros platos. ¡El resultado os sorprenderá!
Además, no dudéis en aumentar la ración de verduras en detrimento de otros alimentos más calóricos, como las carnes rojas. Por otro lado, las especias se convertirán en la mejor opción si queréis evitar consumir una gran cantidad de salsas, como la mayonesa o la mostaza. Probadlo, pues hay opciones, como la pimienta, el tomillo o el orégano, que realzarán el sabor de carnes y pescados de forma exquisita. Y si hablamos de azúcares, optad por edulcorantes artificiales sin calorías o, mejor, por endulzantes naturales, como la miel. En cualquier caso, antes que por azúcar blanco, decantaos por el moreno de caña sin refinar.
3. Racionad el aceite de oliva
Aunque se suelen consumir grandes cantidades de aceite, lo cierto es que excederse en su cantidad no añadirá más sabor al plato, pero sí más calorías. Tratad de utilizar el mínimo necesario en cada receta o, incluso, recurrid a las modalidades en espray que os ayuden a controlar mejor las cantidades. Por supuesto, no hace falta decir que el mejor aceite siempre será el de oliva virgen extra de primera presión en frío.
Asimismo, si decidís cocinar algún tipo de frito, deberéis aseguraros de que el aceite está bien caliente para que selle rápidamente la superficie del alimento e impida que la grasa penetre en él. Además, al terminar, no olvidéis eliminar el exceso de grasa con papel absorbente. De esta forma incluso lograréis mejorar el sabor final. ¡Probadlo!
4. Cremas, purés y caldos más ligeros
Las cremas de verduras, los caldos o el tradicional puré de patata no suelen faltar en las comidas de los meses más fríos del año. Y seguro que en muchos hogares se convertirán en un primer plato imprescindible del menú navideño. Si es vuestro caso, no dudéis en elaborar estos platos en su versión más ligera, pues aunque es cierto que los purés y los caldos tienen un sabor único, también lo es que suelen contener una gran cantidad de grasas.
Por ello, ¿cómo hacer que vuestros purés o caldos sean más ligeros? Muy sencillo. Sustituid la nata de las cremas por un poco de patata y leche desnatada, y reemplazad la mantequilla, la nata o el queso del tradicional puré de patatas por un sabroso caldo de verduras. A la hora de cocinar el caldo, desengrasadlo dejándolo reposar en la nevera durante la noche. Al día siguiente podréis eliminar la capa de grasa que se habrá formado en la superficie. Una forma rápida y sencilla de apostar por recetas light, ¿verdad?
5. La patata y su método de cocción
Tened en cuenta que la composición nutricional de la patata variará completamente según su método de cocción. Pensad, por ejemplo, en emplear el horno en sustitución de la freidora; con un chorrito de aceite y una pizca de sal, pimienta y tomillo vuestras patatas al horno saldrán deliciosas. Y, por supuesto, seguro que todos los invitados a la gran velada, radiantes con sus mejores vestidos y trajes de fiesta, agradecerán poder disfrutar de un plato exquisito y saludable. ¿O qué os parece saborear un chupito de crema de patata? Intenso, delicioso y mucho menos calórico de lo que se pueda pensar.
6. Carnes y embutidos
No olvidéis retirar la piel visible de las carnes y los embutidos antes de cocinarlos, ni de introducir estos últimos unos segundos en el microondas para eliminar parte de su grasa.
7. Un postre bajo en azúcares
Finalmente, si os animáis a cocinar vuestros propios dulces navideños, no tengáis miedo en reducir la cantidad de azúcar, aceite o margarina indicada en la receta. El resultado final no os decepcionará y además tendréis la seguridad de estar consumiendo un dulce mucho más saludable y ligero.
Y vosotros ¿ya tenéis una idea del menú de Navidad con el que sorprenderéis a familiares y amigos? Tomad nota de estos consejos para poder disfrutar de unas Fiestas sin excesos ¡y sin restricciones severas! Lo más importante es que controléis las porciones y busquéis el equilibrio en cada una de las recetas. Por ejemplo, intentando compensar: si el primer plato es contundente, haced que el segundo sea más ligero o al revés.
Una vez tengáis esto claro, únicamente nos queda desearos una gran velada. Pensad en un vestido de fiesta maravilloso, así como en un recogido acorde con la ocasión y, ¿por qué no?, parecido al peinado de boda que luciréis el día B. Después, simplemente deberéis disfrutar de la comida y de la gran compañía. ¡Os esperan unas Navidades únicas y muy especiales!