Cómo lidiar con pajes de boda algo revoltosos o vergonzosos
Habéis organizado el enlace hasta el más mínimo detalle y queréis que todo salga perfecto pero, ¿qué hacer si alguno de los niños del cortejo nupcial olvida su papel o, simplemente, no le apetece hacerlo? Os desvelamos todos los trucos.
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Los pajes de boda y las damitas de honor añaden un toque de ternura y calidez a la ceremonia, sea civil o religiosa. Pero no hay que olvidar que son niños, por lo que conseguir que se porten tan bien como esperáis es algo difícil de prever. El aburrimiento, el sueño, la timidez o verse rodeados de muchas personas a las que no conocen puede hacer que los pequeños se vuelvan algo traviesos o que prefieran no intervenir. ¿Qué hay que hacer si esto ocurre? Os desvelamos todos los secretos para lidiar con pajes de boda algo revoltosos o vergonzosos.
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La planificación será vuestra mejor aliada
Organizar una boda requiere de muchas horas de trabajo para conseguir un resultado de 10, aunque es imposible asegurar que todo saldrá según lo previsto. De ahí la importancia de tener un plan B que os permita salir airosos en caso de que se presente algún imprevisto de última hora.
Así, si el paje encargado de las arras o la damita de honor responsable de las alianzas no quieran llevarlos hasta el altar y prefieran quedarse a salvo en brazos de sus padres, podéis planificar que una de las damas de honor, uno de los best men o incluso uno de los testigos les coja el relevo. Intentar que los niños cambien de opinión será complicado. Y es mejor no obligarles a hacer algo que no quieren.
Tratad también de ser lo más flexibles posible y recordad que hay cosas que no tienen mayor importancia, como si la niña encargada de tirar los pétalos de flores se olvida de hacerlo o si, a medio pasillo, el paje sale corriendo hacia el altar... ¡o en dirección contraria! Disfrutad de un momento único en vuestras vidas. Y pensad que, en función de su edad, puede que necesiten la ayuda de otro niño o de un adulto para realizar su labor. De nuevo, podéis encargar la tarea a una de las damas de honor o a uno de los best men, por ejemplo, o a algún familiar directo del pequeño/a.
Las claves del éxito
De todos modos, aunque como decimos predecir cuál será la reacción de los pequeños y su comportamiento es imposible, hay algunos consejos que os pueden ayudar a conseguir que todo salga tal y como esperáis.
- Uno de ellos es tratar de involucrarles al máximo en los preparativos de la boda, lo que les puede ayudar a entender mejor cuál es su función el gran día. Además (dependiendo de su edad), al asignarles una tarea se sentirán más responsables y querrán hacerla bien.
- También es fundamental que las instrucciones que reciban los niños sean lo más sencillas posible para no liarles ni confundirles. ¿Se van a ocupar de que la cola de tu vestido de novia esté en su sitio durante toda la ceremonia? Explicadles lo que deberán hacer de una forma amena y divertida. ¡Resultará de lo más efectiva!
- Por otro lado, saber de antemano qué van a hacer les resultará muy útil, por lo que si es posible sería genial que realizarais un ensayo previo.
- Otra de las claves del éxito es asignar el cuidado de los más pequeños a un adulto de su confianza, de forma que cuando llegue su momento se sientan seguros y protegidos. Puede ser uno de sus padres, un tío, uno de los abuelos, un hermano mayor...
Hacedles sentir importantes
Aunque puede parecer algo elemental, no olvidéis felicitarles al acabar. Les haréis sentir muy importantes y se sentirán orgullosos de sí mismos y de la tarea que han realizado.
Igualmente, tened un bonito detalle con ellos. Puede ser una pequeña selección de los dulces que formarán parte de las ideas para candy bar, por ejemplo. Aunque seguro que cualquiera de estos regalos de boda para niños también les hará mucha ilusión.
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¿Qué os han parecido todos estos consejos para lidiar con pajes de boda revoltosos o algo vergonzosos? Si los tenéis en cuenta no habrá problema aunque uno de los pajes o de las damitas de honor olvide lo que tiene que hacer o no se sienta del todo cómodo/a y prefiera no intervenir. Está claro que son niños y que hay que respetar sus tiempos y necesidades, sobre todo si son muy pequeños.
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