Cómo hacer la lista de invitados para la boda en 5 pasos
Antes de comenzar con la organización de la boda, debéis tener en cuenta el número de personas a las que invitaréis. ¿Sabéis cómo elaborar una correcta lista de invitados?
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Tras la pedida de mano, comienza lo más difícil: organizar el gran día. Así que es normal que penséis, ¿por dónde empezamos? La lista de invitados a una boda es un asunto muy importante que debéis cerrar lo antes posible. Y es que gracias a ella tendréis una idea más clara del número total de invitados, lo que determinará el espacio escogido, la gastronomía elegida y, en definitiva, un sinfín de detalles relacionados con la organización y el presupuesto de la boda.
Descubrid los cinco pasos estrella para acometer esta tarea de la mejor manera posible.
- 1. Considerar una cifra aproximada
- 2. Establecer un presupuesto
- 3. Escoger a los invitados
- 4. Preparar un borrador
- 5. Recordar estos consejos de Bodas.net
1. Considerar una cifra aproximada
No tenéis por qué cerrar la lista de invitados un año antes de la celebración, pero sí estaría bien que tuvierais una idea aproximada del número de invitados con tiempo suficiente para empezar a manejar el resto de partidas de la boda. De esta forma sabréis qué tipo de celebración será la vuestra –íntima, rodeados de mucha gente– y qué espacios son capaces de acogerla. Y es que algunos lugares de celebración tienen un mínimo o un máximo de personas permitido que las parejas debéis tener en cuenta.
Para ello, calculad al alza las personas que podrían asistir, incluso aquellas que acabéis eliminando, y empezad a planear todo lo demás.
2. Establecer un presupuesto
Una boda es un momento muy especial, que casi todas las parejas quieren compartir con el mayor número posible de personas. Aunque la tendencia actual es invitar solo a los más cercanos, a la gente importante de verdad, dejando de lado los compromisos. En cualquier caso, no olvidéis que el número de invitados está íntimamente ligado al presupuesto y saber cómo calcularlo os ayudará mucho.
El local escogido, muchas veces influido por esa lista de invitados de boda, supone un gasto elevado. Aunque el precio final variará más o menos dependiendo de lo flexibles que seáis con la lista, pues hay que tener en cuenta que el aperitivo, el banquete, la barra libre y la recena influyen (y mucho) en el presupuesto. Por eso es importante pensar a cuántas personas podéis invitar y, después, incluid o quitad asistentes.
A la hora de fijar ese presupuesto, averiguad si vuestros padres van a participar en la boda a nivel económico. Esta práctica pertenece a otras generaciones, pero hay familias que lo siguen haciendo y colaborando más o menos. Dejando a un lado las tradiciones, los padres pueden participar activamente, siempre que puedan permitírselo y que salga de ellos mismos. A partir de ahí, uniendo cantidades, quizá os podáis plantear invitar a unos o a otros.
3. Escoger a los invitados
Uno de los momentos más divertidos y desesperantes en la elaboración de la lista de invitados. Porque, lo que empieza como un juego, puede acabar convirtiéndose en una pesadilla en la que entran en juego el compromiso, la conciencia, la necesidad y el humor.
Para afrontar esta complicada decisión empezad creando una serie de grupos en los que incluir a vuestros seres queridos. Es decir, familiares inmediatos, resto de familia, amigos cercanos, compañeros de trabajo o colegas, y amigos del pasado. A partir de aquí, vosotros decidís.
Aunque hay ciertas reglas que debéis cumplir si no queréis causar un problema en vuestros diferentes grupos sociales. Por ejemplo, los familiares más inmediatos deben aparecer en la lista, al igual que los miembros de vuestro grupo de amigos habitual. A partir de aquí, cada pareja decide quién es más o menos necesario en su lista de invitados a la boda. Este esquema puede ayudaros:
En cuanto a los compañeros del trabajo, vuestros jefes deben estar invitados solo si tenéis cierta relación o trabajáis directamente con ellos, pero no tenéis la obligación de invitarles solo porque estén por encima de vosotros. El resto de los compañeros es más complicado, pues todo el mundo tiene sus grupos y lo normal es que acudan todos los miembros, pero seguro que hay algunos colegas con los que tenéis menos relación que podrían o no acudir.
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Por otro lado, siempre hay amigos que quedan descolgados, ya sea en vuestro presente, sin pertenecer a grupos concretos, o en el pasado, pero manteniendo un cariño por el que os resultaría inviable prescindir de su presencia el gran día. En función del presupuesto y del resto de invitados, vosotros decidiréis si esa persona debe ir o no, y es que seguro que hay muchos que no tienen por qué ser invitados a vuestra boda.
En este apartado de la organización, el compromiso es uno de los principales escollos para alcanzar los objetivos y normalmente el principal motivo que alarga la elaboración de la lista de invitados. Desde Bodas.net os hemos repetido muchas veces la máxima de huir del compromiso, pero también sabemos que hay excepciones que merecen una consideración. Así, tened en cuenta el tipo de celebración (íntima o multitudinaria) y escribid una lista de compromisos según la elección final. Quizá no haya espacio para ellos o quizá podáis incluirlos a todos.
Aunque también podéis replantearos un tipo de bodas que se han extendido en algunos círculos. Porque, aunque pueda parecer extraño, algunas parejas organizan bodas sin niños para reducir responsabilidades y plantear un ambiente más adulto. Debéis tenerlo todo en cuenta.
4. Preparar un borrador
Llegó el momento de empezar a concretar y para ello tiraremos de una serie de listas perfectas para pulir la organización. Haced dos listas, una para las personas que tenéis y queréis invitar sí o sí, sin reservas y casi por imperativo categórico, y una segunda lista, ordenada por preferencias, llena de suplentes, que pueden ser de dos tipos: personas que queréis invitar, pero que no son familia ni amigos íntimos, y compromisos por los que seguramente os hayáis peleado con vuestros padres o vuestra pareja.
Con esta técnica, después de enviar la primera remesa de invitaciones de boda y encontraros con bajas, podréis cubrir los huecos con los integrantes de la lista que estén en los primeros puestos. Por eso las invitaciones se deben mandar con suficiente antelación para tener tiempo a un segundo envío.
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También podéis hacer previamente tres listas, una por cada integrante de vuestra pareja y una tercera con las personas que aportáis en común si es el caso. Intentad que las dos listas individuales estén más o menos niveladas, o intentad compensar una de ellas si la otra no tiene demasiadas personas. Esta compensación o recorte suele acabar con las personas más alejadas de vuestra vida actual o que solo figuraron como posibilidad por vagos lazos familiares.
5. Recordar estos consejos de Bodas.net
Si dudáis sobre invitar a una u otra persona, pensad en ciertas cosas. Si creéis que su amistad perdurará sin importar el tiempo ni el espacio, ¡no lo dudéis ni un segundo! Pero si creéis que solo es una relación temporal y que no tendrá una gran influencia en vuestras vidas, mejor no lo invitéis a la boda y aprovechad el espacio para quien sí sea un referente máximo para vosotros.
Hay unas reglas a la hora de escribir la invitación, que se pueden seguir o no, y que hacen referencia al nombre que se escribe en el sobre. En primer lugar, si vuestra invitación va dirigida a un familiar con su propia familia, la invitación suele incluir el nombre de dicha persona acompañada de las palabras “y familia”. Si vuestro invitado no es de vuestra familia y tiene pareja confirmada, lo más lógico es incluir el nombre de ambos en el sobre de la invitación.
En el caso de que la presencia del acompañante no sea obvia y quede en duda, ya sea porque no se le conozca pareja o porque esta todavía no goce de oficialidad, la invitación incluiría el nombre de la persona invitada con la opción de sumar el acompañante con el famoso +1. Si es así, deberá comunicároslo para que tengáis en cuenta a esa persona en la organización de la lista de invitados.
A veces es duro, pues os sentiréis obligados a invitar a alguien desconocido en lugar de a amigos menores a los que tenéis que renunciar para no pasaros del máximo que hayáis establecido. Por suerte, algunos +1 saben perfectamente a qué eventos deberían acudir o no; aunque, si ese +1 no cuadra en vuestro gran día, quizá tampoco lo haga vuestro invitado.
La familia central debe ser invitada al completo, pero en el caso de que queráis incluir a algún miembro de la denominada familia extendida, no debéis establecer preferencias. Si invitáis a uno, os recomendamos que hagáis lo propio con el resto para evitar los problemas familiares que pueden surgir. Con los amigos no es tan restrictivo, pero cada círculo y cada persona son un mundo, así que tenedlo en cuenta. Aunque como siempre os decimos, es vuestra boda y son vuestras reglas. Así que vosotros tenéis la última palabra en todo.
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Y ahora que ya tenéis claro cómo escoger los invitados a una boda, poneros cuanto antes manos a la obra. ¡Seguro que con estos consejos os resulta muy fácil!
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