Cómo descubrir si te queda bien el pelo corto
Descubre, entre otros, el truco del estilista John Frieda para saber de primera mano si te favorece o no este corte antes de atreverte a hacerlo.
El pelazo es (o era) un clásico para todas las novias. Hay dos momentos clave en la melena de una futura bride to be: cuando deciden dejarse el pelo largo para tener ese melenón inigualable con el que trabajar el día de la boda y el corte postboda, después de muchos meses dejando crecer la melena, que muchas mujeres aprovechan para renovar su imagen. ¿Cómo? Pasando de un pelo largo a uno midi, bob o pixie.
Estés en un extremo u otro de esta balanza beauty, seguramente te hayas preguntado más de una vez si te sentaría bien el pelo corto. Y aunque no hay una fórmula mágica para saberlo, sí podemos darte algunas pistas para averiguar en qué momento exactamente deberías cortar tu pelo por lo sano: ¿antes o después de la boda? Te va el pelo corto si…
1. Pega con tu personalidad
Pero no solo con tu personalidad: el cabello corto es una decisión muy personal que tiene que estar relacionada con quién eres en el momento exacto en el que te cortas el pelo. ¿Llevas mucho tiempo pensando en llevar el pelo corto? ¿Crees que va con quién eres ahora mismo? Una de las claves para lucirlo es sentirte tú misma, cómoda y segura con él. Si piensas que el cabello corto es lo que quieres, haz caso a tu instinto.
2. Tienes tiempo suficiente para que te crezca
Esta es una de las claves a la hora de decidir si cortar la melena por lo sano antes o después de la boda: el pelo crece una media de medio milímetro al día, es decir, aproximadamente 1,5 centímetros al mes. Aunque es casi imposible hacer que crezca más rápido, sí que es posible hacer que crezca al mayor ritmo posible (y no más lento). ¿Una manera eficaz? Manteniéndolo sano y llevando una dieta equilibrada.
Con toda esta información en la mano, pregúntate: ¿estás a tiempo de que el pelo te crezca lo suficiente si lo cortas ocho, nueve o diez meses antes de la boda y el resultado no te gusta? Si crees que no entras dentro de estos límites, deja el corte para la postboda o asegúrate de que el gran día te sentirás cómoda luciendo un postizo o extensiones.
3. Tienes claro que el pelo corto es high maintenance
O sea, que no es el típico corte de “no tendré que hacerme nada por las mañanas”. Casi todas las melenas por encima del hombro requieren de trabajo diario en forma de pomadas, mousse, anti frizz, champús sin silicona… Además de cortes frecuentes cada cinco o seis semanas para mantener el corte. Una inversión de tiempo y también de dinero.
4. Conoces bien tu pelo
Sabes cómo se comporta después de lavarlo, si tiende al frizz, si cae liso como una manta, incluso con productos de fijación, si responde bien a los secadores y planchas para el pelo… Cada tipo de cabello es un mundo, y un mismo corte puede variar mucho de una mujer a otra dependiendo de la textura y composición del propio pelo y de si es fino, grueso, liso, ondulado o rizado.
5. Sigues la regla de John Frieda
La norma definitiva para saber si el pelo corto te quedará bien antes de pasar por el sillón del peluquero es una fórmula diseñada por el estilista John Frieda y solo necesitas una regla y un lápiz. Basta con colocar el lápiz en la punta de la barbilla de forma horizontal. Con la regla, mide la distancia entre el lápiz y el extremo de la oreja: si la distancia entre la barbilla y la oreja es inferior a 5,7 centímetros, tienes muchas posibilidades de que te quede bien el pelo corto. Si, por el contrario, es superior, es probable que a tu rostro le vayan mejor las melenas más largas, que enmarcan las facciones.
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