¿Preparando las segundas nupcias?
Puede ocurrir que, tras una primera experiencia, recibáis de nuevo la visita de Cupido y que esta acabe también en boda. Pero, ¿cómo se organizan las segundas nupcias? Os descubrimos todo lo que debéis saber sobre el protocolo de estas celebraciones.
Volver a pensar en trajes y vestidos de novia, en vivir intensamente una celebración única, en esas ideas originales para bodas que en vuestro primer "sí, quiero" no contemplásteis, en elegir las canciones para bodas que queréis que suenen durante el intercambio de alianzas... Las segundas nupcias pueden significar el gran paso hacia una vida llena de felicidad y de amor infinito, por lo que deberéis tener en cuenta cada detalle, pues todo lo que suceda en el enlace formará parte de vuestra bonita historia de amor y quedará grabado para siempre en vuestras memorias. Si es vuestro caso y el amor os ha brindado una nueva oportunidad que queréis saborear al máximo con unas segundas nupcias inolvidables, tomad nota de estos consejos que os harán disfrutar de una boda de ensueño.
Haced lo que queráis… y olvidaros del que dirán
Vuestra segunda boda va a ser muy diferente de la primera y, seguramente, mucho mejor. ¿Por qué? Porque la disfrutaréis más al organizar las cosas a vuestro aire y no tener tantos compromisos con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo… ¡Es el mejor momento para hacer lo que más os gusta!
Sacad partido a la experiencia
Al contrario que en la primera boda, ahora sabéis perfectamente lo puede salir bien y lo que no, lo que os gusta y lo que no. Exprimid al máximo vuestros conocimientos para acertar de lleno en las diferentes partidas del enlace, como en las ideas de decoración para bodas.
Acordaos del papeleo
Las segundas nupcias también obligan a distintos trámites. Preparadlos con suficiente tiempo porque algunos documentos tardan en conseguirse, sobre todo si se trata de anulaciones matrimoniales católicas. Acudid con antelación al Registro Civil o al Obispado para informaros debidamente.
En la boda civil
Los contrayentes divorciados deben aportar la documentación necesaria para casarse de nuevo. Así, el primer matrimonio debe estar disuelto por divorcio, la defunción de uno de los cónyuges o también, en casos excepcionales, por la anulación de la primera unión.
¿Y la boda religiosa?
El divorcio, como tal, no existe en la Iglesia católica. Por ello, las personas divorciadas, no casadas eclesiásticamente, podrán contraer matrimonio por la iglesia con su nueva pareja, mientras que si uno de los cónyuges ha estado anteriormente casado por la iglesia deberá obtener la nulidad del matrimonio anterior para volver a casarse del mismo modo. Y no olvidéis que la religión judía acepta el divorcio, al igual que la musulmana o la protestante.
Bendición de los anillos
Si uno de los dos se ha casado anteriormente por el rito católico solo podréis realizar por la iglesia una ceremonia denominada "bendición de las alianzas" que, tal y como su nombre indica, solo es eso, una bendición y no un sacramento. Se trata simplemente de bendecir los anillos que representan el símbolo del matrimonio. Los sacerdotes católicos siempre advierten a los novios que esta ceremonia no es una boda.
¿Y las invitaciones?
Aunque tanto los textos para invitaciones de boda como el diseño de las mismas varía notablemente de una pareja a otra, lo cierto es que es que en el caso de las segundas nupcias las invitaciones vienen exclusivamente a nombre de los novios.
Protocolo, el justo
"Seguir el protocolo para las segundas nupcias es un poco anticuado", asegura Raúl, de Ceremonia Y Protocolo – Oficiantes Bodas Civiles. "Antiguamente –continúa Raúl–, una segunda boda debía hacerse discretamente y con pocos invitados. Según mi opinión yo diría a los novios que se olvidarán de viejas creencias y protocolos y que aprovecharan la ocasión para darse el "sí, quiero" según sus gustos". En cuanto al acompañamiento de la novia hasta el altar, sí suele hacer según la tradición, aunque si el padre ya no está lo hace un hijo mayor, un hermano o la madre de la mujer protagonista del gran día.
El vestido, inolvidable
Antiguamente, la novia que decidía casarse por segunda vez elegía, por lo general, un outfit algo sobrio, como un traje chaqueta. Pero hoy en día, y al igual que también lo han hecho las ideas divertidas para bodas, el panorama nupcial está en constante cambio, por lo que puedes decantarte por cualquiera de las propuestas surgidas de la imaginación de los diseñadores de vestidos de novia, si bien son muchas las mujeres que para dar este paso escogen un vestido de novia sencillo.
¿Íntima, "en petit comité" o megafiesta?
No os quedéis a medias. Aunque hasta hace unos diez años las segundas nupcias tenían un carácter más íntimo o informal con presencia solo de los novios, los testigos y la familia y los amigos más directos, en la actualidad también se celebran bodas por todo lo alto. Bastará con tener claro el estilo del enlace que deseáis y apostar de lleno por él. ¡Quizá os apetezca hacer mayores locuras!
Y si tenéis hijos, hacedles partícipes
Transmitidles que todos juntos vais a ser una nueva familia y que nada va a cambiar en sus vidas. Y, sobre todo, intentad que desempeñen un papel fundamental durante los preparativos y la ceremonia. Para ellos también va a ser una celebración inolvidable.
Ya habéis visto que para vuestro nuevo enlace solo necesitáis tener bien claras vuestras prioridades por lo que, lejos de protocolos, apostad por lo que os haga más ilusión el día B. Da igual si te decantas por un traje de novio en una tonalidad beige o si las invitaciones de boda hubieran resultado impensables en épocas pasadas por la originalidad de su diseño. Lo importante es que estáis juntos y deseáis celebrar vuestro amor con familiares y amigos en una jornada inolvidable e irrepetible. Como inolvidable e irrepetible es el amor que sentís el uno por el otro. ¡Felicidades!