La guía definitiva para una boda minimalista: elementos indispensables y sencillos
Si la máxima "menos es más" forma parte de vuestro estilo de vida, no dudéis en apostar también por ella el día de la boda. Y tranquilos, porque aunque las bodas minimalistas se centran en lo esencial, no por ello dejan de ser elegantes y muy chic.
"La sencillez es la clave de la elegancia". Una frase de Coco Chanel que muchas parejas hacen suya en su día a día y, como no podía ser de otra manera, también en su enlace. No son pocas, pues, las que apuestan por una boda de concepto minimalista. Es decir, por una boda libre de excesos y de muchos artificios, en la que primen la sobriedad y lo esencial, sin renunciar por ello a la elegancia. ¿En qué se traduce todo ello? En pocos elementos, pero muy bien seleccionados. Y es que la clave del éxito de una boda minimalista es concentrarse únicamente en lo importante. ¿Os seduce la idea, pero no sabéis cómo llevarla a cabo? Tomad buena nota de cómo lograrlo y sumaos a la infalible fórmula del "menos es más". ¡Seguro que os convence!
Invitaciones minimalistas para bodas
Si queréis incorporar los principios del minimalismo a vuestra boda, deberéis tenerlo en cuenta también a la hora de escoger el diseño de las invitaciones de boda y del resto de elementos de la papelería nupcial, como el programa de la ceremonia, las minutas, los meseros... ¿Cómo deben ser? Es importante que tengáis en cuenta diferentes factores. Por ejemplo, la elección del papel. Mejor si apostáis por opciones lisas, sin relieves ni dibujos. Dad prioridad asimismo a las tipografías limpias, pulcras y de líneas muy finas. En cuanto a los colores, el blanco y el negro son los colores minimalistas por excelencia, así que no dudéis en recurrir a ellos. Aunque eso no significa que tengáis que renunciar a otras tonalidades próximas en el círculo cromático, como grises, arenas, azules oscuros... ¡El resultado será muy elegante en todos los casos!
Unos espacios espectaculares e impecables
Una de las virtudes del estilo minimalista es que depara ambientes diáfanos, prácticos y con una acogedora sensación de orden. Es decir, que cada pieza tiene una función, aunque eso no significa que sea necesario prescindir en ningún momento de elementos decorativos. ¿Algunos ejemplos que os ayuden a poneros más en situación? Un sencillo arco nupcial en el altar, con flores de un único color, será un maravilloso escenario para daros el "sí, quiero". Al igual que un banquete de bodas sobrio, con centros de mesa nada recargados. Y un apunte importante: el concepto minimalista conjuga a la perfección con temáticas rústicas e industriales de ornamentación poco recargada, si bien también puede ser una boda minimalista vintage, por ejemplo. Y para que la composición destile orden y equilibrio, es interesante jugar tanto con la simetría de los muebles –mesas y sillas de formas geométricas– como con la de todos los detalles decorativos –velas, jarrones, plantas…– que, insistimos, deben ser los mínimos.
Decoración para boda minimalista
Como decíamos al inicio, el minimalismo es incompatible con una decoración muy recargada, lo que no significa que el resultado se vea aburrido, vacío ni poco elegante. Pero concretemos. El minimalismo apuesta por la sencillez y la sobriedad, por lo que las mesas del banquete prescindirán de mantelerías o bien se vestirán con ellas, pero serán lisas, sin estampados. Por otro lado, los arreglos florales serán en general pequeños y estarán compuestos por elementos discretos, que armonicen a la perfección entre sí y con el ambiente. Unos pequeños jarros de cristal serán una elección perfecta, especialmente si se acompañan de flores tan sencillas como unas margaritas o unos girasoles.
Respecto a los colores, y si bien en general se recomienda no escoger más de tres para vestir los diferentes espacios, lo cierto es que en este tipo de bodas se acostumbra a apostar por lo monocromático. Puede ser blanco, beige, gris perla, marrón claro...
¿Qué hay de la tarta nupcial?
Si queréis seguir con vuestro minimalismo extremo, lo ideal es que apostéis por las naked cakes, o tartas desnudas, que no presentan ningún tipo de cobertura. ¿Más posibilidades? También serán perfectos los pasteles con fondant, preferiblemente de un color, de formas pulcras y sin excesivos adornos. Unas flores o unas hojas serán perfectas a modo de decoración, aunque conviene dosificarlas para que el resultado no resulte demasiado recargado. Y seguro que os estáis preguntando cake topper sí o no, ¿verdad? Pues no tenéis por qué prescindir de él, si bien lo ideal para ser coherentes con el resto de la puesta en escena y ambientación es decantarse por un modelo sencillo, y tan bonito como delicado. Puede ser de madera o de aluminio, por ejemplo, e incluir vuestros nombres. O la sencillez extrema: unas figuras monocromáticas.
Look minimalista también en el outfit de boda
Es importante que el vestuario elegido para daros el "sí, quiero" continúe con el concepto minimalista que habéis escogido para vuestra boda. Una elección de 10 será pues un vestido de novia sencillo, monocromo, sin demasiados bordados ni pedrería, y con una falda sin mucho volumen. Resultarán perfectas pues las siluetas rectas, imperio o sirena –evitando los cortes princesa y las colas muy largas–, así como los modelos con pantalón. Un ramo de novia natural y poco recargado será el acompañamiento perfecto. Por su parte, el protagonista masculino de la jornada podrá apostar por un modelo de tejidos lisos y preferiblemente claros. Incluso puede ir sin chaqueta ni chaleco y lucir una camisa con tirantes.
Ya veis que podéis trasladar vuestro gusto por el "menos es más" a cualquier aspecto del gran día. La sencillez como premisa, las líneas puras y los tonos neutros no podrán faltar en vuestra boda minimalista. No lo olvidéis. Y tened por seguro que vuestra elegancia (aquí sí máxima)... ¡enamorará a todos los invitados!