La boda de Èlia y Joan: el viaje más importante de sus vidas
Entre viajes y luces de navidad, Èlia y Joan se dieron el "sí, quiero" en lo que fue una celebración personal y mágica. Su pasión por viajar y por el frío de Nueva Zelanda, fueron los protagonistas indiscutibles de esta boda única.
En pleno enero, justo a comienzos de año, Èlia y Joan se dieron el “sí, quiero” en una bonita ceremonia en la masía Can Magí, y compartieron su amor en un banquete mágico en el Salón del Cristal.
Su boda, llena de detalles, fue el reflejo absoluto de la personalidad y las aficiones de ambos; aunque nativos de Barcelona, Èlia y Joan vivían en Nueva Zelanda, y los últimos años previos a la boda los dedicaron a viajar por el mundo. Por ello, no podían faltar en su gran día motivos relacionados con el invierno y los viajes; ramas de abeto, madera y velas, cubrieron cada cálido rincón de la ceremonia, acompañando así la época del año. Las mesas del banquete, alargadas, estaban nombradas con los países donde los novios habían viajado, y los centros eran avionetas o bolas del mundo. Sin duda, una boda cargada de preciosos y emotivos detalles, que la hicieron completamente personal y única.
Los novios llegaron a la ceremonia en una furgoneta Volskwagen T1, de un precioso color verde agua marina. Ella, llevaba un elegante vestido de Barea con un imponente escote en la espalda y un collar que ponía el broche de oro a un look de novia perfecto. Él, vestía con un clásico traje en tonos oscuros, que destacaba por el detalle de la corbata en un color azul eléctrico.
Del banquete destacó un completo Candy bar lleno de los mejores dulces, y una preciosa tarta semi desnuda repleta de fresas; azúcar por doquier para poder disfrutar al completo del final de una boda tan especial, con una noche llena de diversión, amistad y auténtico amor.