Antes de la boda
Antes de la boda hay que pensar en qué tipo de ceremonia se quiere hacer en función de las convicciones morales y religiosas de cada uno, e inevitablemente de sus condiciones económicas.
Antes de casarse los novios deben tener en cuenta las siguientes circunstancias: primero, que a partir de que vivan con su marido o mujer, pasan a depender económicamente sólo de ellos mismos; segundo, que su familia a partir del momento en que se casen, pasa a ser la formada por ellos; y tercero, que la persona con la que convivirán más a partir de ahora será su marido o mujer y su vida cambiará en muchos aspectos.
En otro orden de cosas, los meses, días, minutos y segundos antes de la boda son de mucha ilusión y nervios: un nuevo mundo se abre ante nuestros ojos con nuevos protagonistas, nuevas experiencias… ¡todo un universo por descubrir! Hace falta acudir al matrimonio con serenidad, ganas de que salga bien, optimismo ¡y buen humor!
También a modo más práctico, dicen las leyendas urbanas y las tradiciones de los mayores, que la novia antes de la boda tiene que preparar para llevar puesto el gran día algo nuevo, algo viejo y algo prestado… ¡además de a ella misma, claro!