Algunos mitos que cabe rebatir
Son varios los mitos que rodean el mundo de las bodas. Esta semana nuestro colaborador Ricky Romero habla de algunos de ellos para demostrar que carecen de sentido.
Son numerosos los mitos que rodean la organización de una boda. Como he escrito en alguna que otra ocasión, vuestra boda es eso: vuestra. Es decir, vosotros decidís qué, cómo, cuándo, dónde y por qué. Que no os queráis ceñir a lo que se considera habitual y protocolario en este tipo de celebración no significa que vuestra boda vaya a ser peor. Al contrario, puede ser incluso mejor. Por lo tanto, tomad nota de lo siguiente.
La novia tiene que ir de blanco
Y yo me pregunto, ¿por qué? ¿Dónde está escrito? Si el blanco y el velo no van contigo, no te sientas forzada a utilizarlos. Hay cantidad de diseñadores que tienen vestidos de novia en otros colores. ¿Cuál es el tuyo?
Si me invitan, tengo que invitar
Falso. No os sintáis en la obligación de invitar a alguien que os invitó a su boda. Vosotros decidís quién viene y quién no en función de vuestro grado de afinidad y/o presupuesto.
Contratar un wedding planner es caro
Depende del prisma con el que se mire. En términos solo económicos, en efecto, es un gasto más. Pero vayamos un paso más allá. ¿Cuánto vale el tiempo de alguien que os ayudará en todo el proceso de organización de vuestra boda, que os dará un montón de ideas bonitas y que, además, puede ahorraros un buen dinero cuando trate con los proveedores?
Lo quiero todo handmade
Las cosas hechas a mano lucen un montón en una boda, pero tenéis que ser conscientes de que absorben muchísimo. A menos que tengáis mucha ayuda (y cuando digo mucha es mucha), no os liéis a hacerlo todo a mano (seating plan, libros de firmas, decoraciones de espacios, etcétera) o las 24 horas del día os parecerán pocas para terminarlo todo.
