¿A quién sentar en la mesa de los novios?
Decidir la disposición de los invitados en el banquete es una de las tareas más complicadas en una boda. Y la organización de la mesa presidencial no se queda atrás. Para haceros una idea de cómo estructurarla, tened en cuenta estas sencillas claves.
Aparcad por un momento la gestión con los proveedores, el envío de las invitaciones de boda, el calendario de visitas y pruebas, los planes de todas las ideas originales para bodas que estéis barajando y pensad en algo crucial: ¿a quién sentaréis a vuestro lado en la mesa presidencial, radiantes con sus vestidos de fiesta y sus trajes? La respuesta obvia es a los padres de ambos, pero no siempre resulta tan sencillo. Quizá alguno de ellos falta, algunos cónyuges están separados y tienen nuevas parejas... Para ayudaros en esta tarea os mostramos las distintas opciones existentes.
La composición clásica
La mesa presidencial debe estar a la vista de todas las demás, ya sea en el centro del ambiente –escogiendo este caso un modelo circular– o en uno de los laterales del mismo –la mejor elección entonces son los diseños rectangulares–. Lo importante es que todos los invitados puedan veros durante el banquete o, como mínimo, que no les resulte difícil hacerlo. Para diferenciarlas del resto suelen adaptarse las ideas de decoración para bodas en cuanto a los centros de mesa, optando por uno más llamativo o grande que en las demás, por ejemplo. Pueden incluso componerse con las mismas flores del ramo de novia natural, o, si la novia ha optado por decorar con ellas su cabello, con las que compongan la corona de flores que luzca.
Tradicionalmente, la novia debe sentarse a la derecha del novio mientras que, a su lado, en orden, se colocarán su padre y su madre. En el caso del novio es justo al revés: es su madre quien se sitúa a su lado y, por último, va el padre.
Ampliaciones de familias numerosas
Si tenéis una familia amplia y os apetece compartir la experiencia más bonita de vuestra vida con ellos, podéis hacer la mesa tan grande como os apetezca, ¡basta con estirarla un poco más por ambos lados! Tíos, primos, sobrinos, abuelos… Con que vayan guapísimos con sus trajes de fiesta es suficiente. Vosotros ponéis el límite.
Variaciones por ausencia o desencuentro
Si, por desgracia, os falta un miembro muy especial o tenéis unas relaciones familiares complicadas, podéis organizar los asientos como mejor os convenga. Una opción es cubrirlos con personas igualmente cercanas a vosotros, de la familia o del grupo íntimo de amigos. Aunque también podéis decidir ser vosotros los únicos integrantes, evitando así conflictos familiares o incomodidades, y situando en las mesas adyacentes a las personas que mejor congenien. Es elección vuestra. Como también lo será crear un rincón con ideas para candy bar, para que todos los invitados disfruten como niños al término del banquete.
Libertad y comodidad para todos
Aunque hay reglas en esta área que pertenecen a los convencionalismos, recordad que lo imprescindible es que estéis a gusto, tanto vosotros como el resto de invitados. Es vuestro día especial, así que modificad la tradición tanto como deseéis para disfrutar de la boda al máximo. La regla de oro está clara: si juntar en la misma mesa a determinadas personas resultaría incómodo un día cualquiera, no hay duda de que el día B no es el mejor momento para hacerlo. Si es preciso, hablad antes con sinceridad con los miembros de la familia con los que consideréis que es necesario hacerlo. Así evitaréis posibles disgustos en el enlace y os aseguráis que todo el mundo se siente cómodo. Seguro que encontráis una solución que se adapte a los deseos de todos.
Tened presentes estos tips al organizar todo lo relacionado con los asistentes, como sus invitaciones o el número de detalles de boda que repartiréis. De este modo, seguro que cuando hagáis la entrada triunfal al lugar del banquete, al son de vuestras canciones para bodas favoritas, os sentiréis completamente felices y relajados. A disfrutar.
