8 pautas imprescindibles en una boda católica
Si habéis optado por celebrar un enlace religioso, debéis saber que existen un protocolo y unas reglas eclesiásticas que no podéis saltaros. ¿Pero conocéis toda la liturgia de la iglesia y los ritos de las bodas católicas? Descubridlo a continuación.
Si tenéis pensado daros el "sí, quiero" en una ceremonia religiosa, debéis saber que casaros por la iglesia implica seguir un protocolo más o menos rígido, lo que puede suponer algunas limitaciones a la hora de decantaros por esas ideas originales de boda que tanto os gustan, a la de decidir las canciones de boda que queréis que suenen durante la ceremonia o, incluso, a la de escoger el escote del vestido de novia.
¿A quién afectan estas reglas de protocolo y comportamiento? No solo a los novios, sino también a los invitados y a aspectos tan diversos como la decoración del espacio o la duración de la ceremonia. Si vuestra boda es católica y queréis descubrir mucho más, ¡seguid leyendo!
1. Atención a la vestimenta
No es que no puedas lucir un vestido de novia con escote corazón o palabra de honor, sino que para evitar mostrar los hombros en exceso deberás decantarte por algunas de las numerosas opciones en peinados con velo o bien por completar tu outfit con una capa o un chal. Asimismo, un vestido con un escote demasiado pronunciado no resultará adecuado. Como tampoco lo serán un diseño con transparencias muy insinuantes, un modelo que rompa en exceso el habitual color blanco ni un vestido de novia corto . En estos casos, lo mejor es que consultéis previamente con el cura para tener más claro el código de vestimenta.
En el caso de los novios, lo ideal es que se decanten por alguna de estas cuatro opciones: traje sastre, esmoquin, chaqué o frac clásico. Incluso si la ceremonia religiosa tiene lugar fuera del templo, no están permitidos los pantalones cortos ni los zapatos abiertos.
Estas normas también deberán aplicarse a los invitados. Así, familiares y amigas evitarán dejar los hombros al descubierto, cubriéndolos en caso necesario con un chal de fiesta o, durante los meses más fríos del año, con uno de los increíbles abrigos de fiesta diseñados para una ocasión tan especial.
2. Decoración armónica
Sea cuál sea la idea que tengáis en la cabeza, es necesario que comentéis antes vuestras ideas de decoración para la boda con el sacerdote, ya que él es quién os deberá dar el visto bueno. Explicadle vuestros deseos y dejad claro qué tipos de flores pueden resultar las más indicadas, si podéis añadir lazos a los bancos, una alfombra para delimitar a la perfección el camino hacia el altar... Y muy importante: no olvidéis que ninguno de estos elementos puede cubrir la iconografía religiosa de la iglesia.
3. Seguir el orden
La disposición de los diferentes elementos en el interior de la iglesia tiene un sentido, por lo que no se puede modificar la ubicación de los mismos en ningún momento de la ceremonia. Asimismo, existe un orden de entrada al templo que tanto los novios como sus invitados deberán tener en cuenta. También habrá que respetar los asientos asignados para la familia más cercana, los testigos o las damas de honor, y ser puntual para no interrumpir la ceremonia entrando y saliendo.
A su vez, será necesario que el cura dé algunas indicaciones previas sobre su turno de intervención a quienes hayáis elegido para realizar las lecturas. Y las personas designadas deberán estar atentas al respecto.
4. Música adecuada
Si hay canciones que os encantan pero no resultan apropiadas para la sobriedad de la iglesia, pedid a la orquesta que hayáis contratado que las versione o haceos con una grabación acústica que se adecúe mejor al estilo de música para bodas religiosas. En cualquier caso, consultad previamente con el cura la música que os gustaría que sonara en cada momento de la ceremonia, pues necesitaréis su aprobación. Recordad también que la música debe acompañar, no ser protagonista, por lo que deberá tener la intensidad sonora adecuada.
5. Luces… ¡y acción!
En caso de necesitar iluminación extra para que se os vea mejor en el altar o para que las fotos salgan más favorecidas, hablad con el cura primero y no os paséis: el estilo arquitectónico de la iglesia no aceptará bien las blancas cegadoras, los focos excesivos ni las luces de neón. ¡Guardad esas ideas para vuestro photocall en el lugar de celebración!
Pensad que ahí se imparte misa cada día y que los fieles ven perfectamente el altar. Los fotógrafos ya sabrán cómo potenciar las luces que haya. No temáis.
6. Reducid la tecnología
A los invitados les encanta capturar la magia de la ceremonia a través de las pantallas de sus móviles y retransmitir vídeos y fotos en directo en sus redes sociales. Eso es estupendo, siempre y cuando desactiven los flashes y permanezcan en todo momento en su lugar, lo que además de mantener la solemnidad del momento, evitará que puedan entorpecer la labor de los fotógrafos y videógrafos contratatados. ¡Y aseguraos de que todos los teléfonos estén sin sonido!
7. ¿Arroz, pétalos, semillas…?
Consultad si a la salida de la iglesia los invitados os pueden lanzar arroz u otras alternativas: bolitas de algodón, hojas de olivo... Puede que ni los pétalos de flores, ni las semillas ni los confetis estén permitidos.
8. A portarse bien
No hace falta decirlo, pero nunca está de más: durante la ceremonia será preciso guardar silencio o bien hablar en voz muy baja para no entorpecerla en ningún momento. Tampoco se permite la entrada de comida ni de bebida ni, lógicamente, de chucherías. Un aspecto que resulta especialmente destacado en el caso de los pajecitos y las damitas de honor. Y para aseguraros de que estos cumplen su papel a la perfección, explicadles bien su función o haced ensayos previos para aseguraros de que todo estará bajo control. También podéis encargar a algunas personas de confianza que los tutelen. Os aseguráis, de este modo, que si se aburren o se ponen nerviosos no interrumpirán la ceremonia corriendo, jugando o haciendo ruido. Y ellos se sentirán mucho más seguros.
Recordad que esto son solo preceptos de observación para mantener el recogimiento de la religión católica. Durante la celebración ya habrá momento de poner a prueba el peinado de novia y de que la mujer protagonista del gran día cambie esos zapatos de novia de tacón alto por otros que le resulten mucho más cómodos. ¡A disfrutar se ha dicho!