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Bodas

12 excusas para no ir a una boda: las mejores para salir del paso

¿Tienes boda y no quieres ir, pero no sabes qué excusa poner? ¡No te preocupes! Te vamos a dar las mejores y más creíbles excusas para quedar bien y librarte de esa celebración a la que no quieres ir.

Excusa no ir una boda pareja muy sonriente a la salida de su boda por la iglesia mientras les tiran confeti

Sí, ha llegado ese momento, ¡se casan! Ese momento en el que te invitan a una boda a la que no quieres ir. Las razones pueden ser infinitas… quizá se te han juntado muchas celebraciones en un año y no puedes permitírtelo o simplemente NO te apetece ir y estás en todo tu derecho de no asistir. Y lo bueno es que las bodas no son una obligación, por lo que estos eventos no requieren tu presencia y se llevarán a cabo vayas o no. Y es que las bodas son muy divertidas y hacen mucha ilusión cuando la pareja que se casa son buenos amigos o familiares a los que aprecias, pero no tanto cuando son un compromiso y no te apetecen. Así que partiendo de la base de que lo ideal sería llevar la sinceridad por bandera, hay que ser conscientes que no es fácil decirle a una pareja: “no, no voy a ir porque no me apetece”. Probablemente, no les siente muy bien, así que lo mejor sería inventar una excusa que resulte creíble, no les ofenda y te libre de acudir a un evento que no te apetece.  Aquí te dejamos las mejores excusas para no ir a una boda y salir airoso/a de la situación y quedar bien…

1. Tengo un viaje planeado

Cuando hay viajes de por medio, nadie dice ni “mu”. Un viaje implica a otras personas, reservas, preparaciones e ilusiones entre los que ningún plan alternativo es capaz de interponerse. ¡Ni siquiera una boda! Cuando se casa un amigo de hace quinientos años o un primo octavo, los viajes se convierten en la excusa perfecta, sobre todo si son al extranjero y han supuesto un gran desembolso económico. Esta excusa puede ser real, pero si te la inventas, ¡cuidado con las redes sociales y con quien te encuentras porque te pueden pillar muy fácil la mentira! También puedes aprovechar y después de pensar esta excusa aprovechar y montar un viaje justo ese fin de semana.

2. No tengo trabajo

Esta excusa también es muy creíble porque se entiende perfectamente que en esa situación no te puedes permitir gastos extra. No andas sobrado de fondos y lo dices de una forma que invite a la comprensión más que a la lástima. Si es verdad, no dudes en utilizar esta razón para no ir porque está más que justificado y es que las bodas suponen un gran gasto de dinero para los asistentes. Desde la despedida de soltera hasta el vestido de fiesta y los complementos para el look pasando, evidentemente, por el regalo que se haga a la pareja.

3. No tengo dinero

Es una excusa parecida a la anterior, pero si tienes trabajo y no quieres mentir mejor decir directamente que “no tienes dinero”. Es la respuesta más clásica y también la más comprensible, por lo que comentábamos del gran gasto que supone ir a una boda para un invitado, y no hablemos ya si la celebración es fuera de tu lugar de residencia. Así que esa excusa es más que creíble, especialmente si le añades algo como que te han bajado el sueldo, te han reducido las horas o te has metido en una inversión (un coche, casa, lo que sea) y no puedes tener más gastos. Es posible que algunas parejas te digan que no te preocupes por el regalo, que no hace falta, pero aun así puedes decirles que no puedes hacer frente al resto de los gastos.

4. Trabajo ese fin de semana

Sea una excusa real o una excusa barata, tirando a mentirijilla, el trabajo es ineludible y casi todo el mundo suele guardarle respeto. Esto es fácil de creer y puede ser verdad en el caso de que tengas un trabajo por guardias o turno, o bien lo tenga tu pareja. El “cógetelo libre” puede llegar, pero si trabajas un fin de semana está claro que no hay mucho que hacer y es muy difícil poder cambiarlo con un compañero, por lo que la excusa es creíble.

5. Es imposible por la distancia

Vivir lejos es el mejor salvavidas ante las bodas insustanciales. No vale vivir en la provincia de al lado, aunque residir a 500 km puede valer, ya que el desembolso (viaje, alojamiento, etc.) es mucho mayor que para otras personas. Generalmente, los familiares y amigos importantes pueden gozar del privilegio de tu asistencia, pero el resto tendrá asumido que no te moverás de tu lugar de residencia. Quizá visites a tu familia en el mismo lugar a las dos semanas, pero ellos no tienen por qué saberlo. Si vives en otro país, la invitación ni siquiera será enviada, aunque hay de todo. ¡No te fíes y prepara la excusa de la distancia en cuanto puedas!

6. Mal momento personal

La excusa de “estoy pasando por un momento personal complicado” también es comprensible si los/las novios/novias son personas empáticas. Y es que no hay nada como una ruptura, con un toque de melodrama incluido, para librarte de una boda. La felicidad de los demás, el amor y todo lo que adorna las relaciones son conceptos que no quieres ni oler en un momento así, sobre todo en una boda, ya que es la constatación de todo eso que se ha acabado para ti. Él o ella lo entenderá si no es un monstruo. Y si no lo entiende, ¡no es problema tuyo!

excusas para no ir a una boda amiga o familiar a punto de abrazar a un chico con barba

7. A la espera de una noticia importante

Quizá esta es una excusa bastante ambigua porque puede englobar muchas cosas y quizá sea más complicado de entender por parte de la pareja que se casa. Y es que en la excusa de “lo siento, estoy a la espera de una noticia importante que puede llegar en cualquier momento” caben muchas cosas: un cambio de domicilio, una operación, un trabajo importante… Hay momentos de stand by, en los que la vida queda en pausa a la espera de un acontecimiento único. Una boda, con fecha fija, requiere una planificación por parte del invitado. Así pues, es más fácil soltar la excusa y argumentar que prefieres no comprometerte por si luego no puedes ir y causas problemas por ello.

8. Tengo un evento importante

Aquí puede ser desde el cumpleaños de algún amigo o familiar muy importante, incluso el tuyo propio, hasta un bautizo o simplemente una comida o cena familiar ineludible. Pero lo cierto es que la excusa del cumpleaños es la mejor, sobre todo si se trata de un momento especial (los 50, los 60…), tu asistencia a ese evento, que probablemente implique una gastronomía nunca vista o algún espectáculo pirotécnico sin parangón, es obligatoria.

9. Tengo otra boda

¿Quién va a entender mejor esta excusa que unos/unas novios/novias? Es normal que, sobre todo en temporada alta de bodas, haya celebraciones que se solapen en el tiempo y siempre puedes decir que ya habías dicho que sí a la otra pareja. Si ya te habías comprometido con los otros, lo van a entender perfectamente porque no quieres quedar mal con ellos.

10. Culpar a otros

Aunque esto no es lo más correcto, puede ser una excusa para no ir a una boda. Da igual a quien sea, pero siempre puedes “culpar” a alguien de tu entorno con excusas como “tengo que acompañar a mi hermano a…”, “mis hijos tienen un evento al que tengo que llevarles” o “tengo que cuidar de mis sobrinos ese fin de semana”. Quizá no sea la mejor de todas, ¡pero puede servir!

11. Visita de amigos o familiares

Seguro que te entienden si les dices que justo ese fin de semana vas a recibir una visita en tu casa y tienes que atenderles. Da igual que sean tus padres, tus suegros o algún amigo o familiar. Y es que si te has comprometido a ofrecerles tu casa y a estar con ellos todo el finde, te resulta imposible acudir a la boda y acompañarles en su día. ¡Fácil y comprensible!

12. No me gustan las bodas

En último lugar, dejamos no tanto una excusa sino más bien lo contrario y que quizá en tu caso sea la verdadera razón por la que no vas. No te gustan las bodas. Para ti no es más que una firma de papeles y no entiendes la parafernalia que las envuelve ni te gusta participar en este tipo de eventos. Estás feliz por ellos, respetas su idea, pero no quieres formar parte de la boda. Sinceridad ante todo y decir la verdad ante alguien que si te aprecia lo entenderá y respetará.

Seguro que hay excusas más originales que estas, pero todas son perfectas para salir de un apuro como el de asistir a una boda que no tiene sentido en tu vida. ¡No te cortes y agárrate a ellas! 

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