Las 10 cosas que no debéis temer el día B
Lo habéis repasado todo mil veces. Deberíais estar calmados, pero conforme va avanzando el calendario hacia la fecha señalada, los nervios van aflorando más y más… ¡Tranquilos! Estos son los 10 pensamientos que debéis sacaros de la cabeza ya mismo.
Ahora que tenéis las cosas bajo control, empiezan los miedos irracionales: ¿qué pasa si se deshace el peinado de boda? ¿Y si los invitados están incómodos o no les gusta el estilo de los detalles de boda? ¿Qué ocurre si el equipo de música falla y no suenan las canciones para bodas que hemos elegido? Estas son cosas que quedan fuera de vuestro control, y además, tienen remedio. Para mentalizaros, repasad estos pánicos comunes.
1. Las ausencias entre los invitados
Cuando enviasteis vuestras modernas invitaciones de boda 2019 quizá no erais conscientes de que algunos de los elegidos podrían fallar ese día. Aunque hace ilusión tener a todos los seres queridos presentes, no os centréis en quienes faltan, sino en quienes están, pues estaréis rodeados de gente que os quiere.
2. Los nubarrones sorpresa
El clima no podéis controlarlo, aunque lo preveáis según la estación y el lugar de ceremonia. En el último momento, brilla el sol, se nubla o llueve. Lo único que podéis hacer es llevar huevos a las Clarisas y preparar un plan B con ideas de decoración para bodas y complementos para invitados, como paraguas y botas graciosas... ¡que no os agüen el día!
3. Los niños traviesos
Los niños que asistan estarán supervisados por sus padres, así que confiad en que serán ellos los que corrijan cualquier conducta inapropiada. Si hay muchos, podéis contratar a una monitora para que los entretenga y se diviertan de lo lindo.
4. El blanco impoluto del vestido de novia
El blanco, ya se sabe, es el color menos sufrido. Por eso es tan especial y por eso la novia está tan preciosa con su vestido de novia de corte princesa; aunque tanto su cola como la de un vestido de novia de corte sirena suelen ensuciarse. No pasa nada, es normal. Con una tiza blanca pueden enmascararse las manchas y, después, estará listo para hacer una buena sesión trash the dress.
5. El peinado y maquillaje que se deshace
En caso de que la novia se preocupe demasiado por mantener la melena intacta, quizá sería una buena idea optar por un peinado informal pero bonito, pues si se sueltan algunos mechones no se nota. Además, el maquillaje waterproof resistente a las lágrimas de emoción ¡es un must!
6. El look de los asistentes
Aunque entra dentro de lo predecible que alguna invitada se confunda y opte, por ejemplo, por un vestido de fiesta largo en una boda de día, si es importante para vosotros podéis marcar un dress code e informar a todos con antelación de qué deben lucir.
7. Las mascotas juguetonas
Si hay mascotas muy queridas en la familia, podéis llevarlas a la boda siempre que su comportamiento sea bueno. En caso contrario, pensad en dejarlas en casa o en contratar a una encargada de su cuidado para que el animal no se convierta en un quebradero de cabeza más.
8. Los teléfonos móviles perennes
Ahora nadie se separa del teléfono más de cinco minutos, en vuestra boda sucederá lo mismo a no ser que dispongáis lo contrario y los invitados deban dejarlos depositados en la entrada, por ejemplo. ¡No os agobiéis! Pensad que así tendréis muchas fotos y vídeos de vuestro gran día.
9. El mal comportamiento de los asistentes
Además de los niños y las mascotas, los adultos también pueden portarse mal, en ocasiones. En caso de que tengáis en mente a las personas más problemáticas, hablad con ellas de antemano. Confiad en ellos y, si se extralimitan, apartadlos en el momento con discreción y el problema no irá a mayores.
10. Que a todos les encante la boda
Para gustos, colores, y vuestra boda debe estar llena de vuestros colores favoritos, no los de nadie más. A buen entendedor…
Seguro que habéis tenido las mejores ideas originales para bodas, así que vuestro trabajo ya está hecho. ¡Y muy bien hecho además! Tratad pues de descansar sin imaginar cómo serán los vestidos de fiesta de vuestros invitados, a menos que penséis en ello con ilusión y no con nervios. ¡Que no cunda el pánico!