4 temas frecuentes de discusión con tu pareja antes de la boda

Antes de casarse, todo el mundo tiene un ideal sobre cómo debe ser la boda perfecta, y es totalmente normal que haya algunos temas en los que ese deseo no coincida exactamente entre los dos. El tipo de ceremonia, las canciones de boda que sonarán durante el evento, qué ideas originales para bodas incluiréis en vuestro escenario, el tipo de letra de las invitaciones de boda… Cualquier detalle insignificante puede dar lugar a una discusión, y teniendo en cuenta el estrés al que estaréis sometidos os arriesgáis a hacer una montaña de un grano de arena. Pero no hay nada más importante ahora mismo que vosotros dos, vuestra relación y vuestro amor. Y debéis cuidarlo.

1. ¿Quién hace qué?

En todas las parejas suele haber uno más resolutivo que el otro. Si tu pareja es de aquellas a las que les gusta tenerlo todo "bajo control" y te sientes desplazado, habladlo tranquilamente cuando tengáis un momento de tranquilidad. Durante una cena romántica, por ejemplo. Dividid las tareas y acordad que os pondréis de acuerdo en los aspectos más importantes de cada decisión, pero también tenéis que confiar el uno en el otro. Pensad que estáis preparando una relación que durará toda la vida. Si aprendéis ahora a que cada uno se haga cargo de sus propias responsabilidades, más adelante todo resultará mucho más fácil.

2. La lista de invitados

Este tema suele ir ligado al anterior, al del presupuesto. Si uno de vosotros –o su familia– tiene un número mucho más elevado de parientes y conocidos que van a acudir al enlace, es lógico que su participación económica en los gastos sea proporcional. Cada invitado tiene un coste entre los 70 y los 130 euros, en función del tipo de boda que vayáis a organizar, contando el menú del banquete, la decoración y los regalos originales para bodas con los que obsequiaréis a vuestros invitados. Haced un presupuesto general y divididlo en el número de asistentes. Luego contad cuántos invitados tiene cada parte y multiplicadlo por ese número. Así sabréis con exactitud cuánto debe aportar cada uno.

3. El dinero

Es uno de los grandes motivos de discusión. A la hora de establecer un presupuesto de gastos para la boda, es muy importante que sea equitativo, tanto para vosotros como para vuestras respectivas familias. Esto evitará posibles reproches a posteriori. Si uno de los dos tiene una situación económica más holgada que el otro y quiere aportar más dinero al presupuesto, debe quedar muy claro que no será a costa de recordarlo en el futuro, y que se hace de forma altruista y sin esperar nada a cambio. Lo mejor es hablarlo con seriedad antes de decidir cuánto dinero hay que poner y cómo se distribuyen los gastos. Tenedlo bien claro desde un principio, mucho antes de empezar con los primeros preparativos del "sí, quiero": desde el envío de vuestras invitaciones de boda caseras, pasando por la elección del outfit nupcial o por las distintas ideas de decoración para bodas.

4. El tipo de ceremonia

¿Civil o religiosa? Si uno de vosotros tiene convicciones morales muy firmes respecto a este tema, tanto en uno como en otro sentido, es lógico que ya sea algo conocido dentro de vuestra pareja. Si has elegido casarte con una persona profundamente religiosa, y a ti ni te va ni te viene, ¿no crees que es lógico respetar sus creencias? Si, por el contrario, tu pareja tiene muy claro que quiere una ceremonia civil, ya que no sería coherente hacerlo por la iglesia debido a sus ideas, también es lógico respetarlo y pensar para vuestro gran día en un sinfín de ideas para una boda civil. Este tema suele estar ligado a principios morales que pueden ser importantes para muchas personas, y que dentro de la pareja deben respetarse. 

Habrá temas en los que no haya lugar a discusión, como la elección del vestido de novia, o el tipo de maquillaje que te vas a poner ese día, ya que es una decisión personal. En las decisiones compartidas, como los regalos de boda, tenéis que hacer todo lo posible por llegar a un acuerdo, cediendo cuando veáis que algo es muy importante para el otro, y llegando a una entente cordial si tenéis puntos de vista diferentes sobre algún aspecto. ¡Recordad que se trata de disfrutar y celebrar el amor por todo lo alto!