¿Martes y 13? Estos 13 malos pensamientos de boda sí dan mal rollo...
Da igual que creas o no en las supersticiones. A todas las parejas del mundo les pasa lo mismo justo antes de la boda: les aparecen los pensamientos de mal rollo que amenazan con aguar la fiesta. ¡Descubre cuáles son y échalos ya de tu mente!
1. Se nos olvida algo…
¡Nada! No se os olvida nada. Lo habeis repasado todo quinientas veces. La lista de invitados, el kit de emergencia, los zapatos cómodos para bailar... Y no solo lo habéis revisado vosotros. Lo han hecho vuestros amigos, vuestras madres y la wedding planner. Todo está bajo control. Así que confiad en vosotros y en vuestro equipo y ¡a dormir!
2. ¿Nos hemos dejado a alguien?
No. No os habeis dejado a nadie. Todo el mundo sabe dónde os casais y a qué hora. Todos los del restaurante saben dónde se sienta cada uno. Hay suficientes detalles de boda para todos los invitados. ¡Imposible dejarse a nadie con la de listas y listas que habeis repasado una y mil veces!!
3. ¿Cómo saldrá todo?
De poco sirve imaginar el futuro, y menos cuando falta tan poco para que se materialice. Solo conseguireis poneros nerviosos imaginando lo que podría salir mal. No tiene sentido. Conforme vaya ocurriendo, lo ireis afrontando. ¡Seguro que va a ser un día maravilloso!
4. ¿Hemos acertado con la decoración de la boda?
Al igual que el resto de ideas divertidas para bodas, la decoración es la que mejor os representa a ti y a tu pareja. Lo habéis puesto a vuestro gusto, así que no hay posibilidad de errar.
5. ¡Los anillos! ¡Que no falten los anillos!
Por supuesto, no faltarán las alianzas. A partir de mañana llevareis las vuestras en el dedo anular y las mostrareis con una sonrisa de oreja a oreja. Eso sí, dejad claro quién se encarga de llevarlas para que no queden olvidadas.
6. Espero no haberme equivocado con el vestido…
Tu vestido de novia te queda estupendo y tu madre y amigas opinan lo mismo. ¡Por eso lo elegiste! Es uno de los miedos recurrentes de toda novia, tan repetitivo como inútil, porque sabes perfectamente que elegiste el vestido perfecto para ti. ¡Sueña con él!
7. ¿Estarán cómodos los invitados?
Si os quieren, por supuesto. Es lo esencial, estar ahí acompañándoos. Habéis organizado las mesas de invitados de manera que congenien lo mejor posible entre sí. El resto solo depende de ellos. ¡Animadles a que se lo pasen bien!
8. ¿Qué impresión se llevarán?
Cada uno tiene una opinión, así que ¡a saber! Sobre gustos no hay nada escrito. A unos les encantarán las ideas para el photocall, a otros no les entusiasmarán… Pero es que el día de vuestra boda es el más bonito de vuestra vida y eso es lo que importará a los que os quieren.
9. Quizá debería recordarles sus discursos…
Los encargados de pronunciar unas palabras estarán más nerviosos que tú incluso, o sea que seguro que recuerdan sus tareas. Hay que aprender a delegar.
10. A ver si me da por llorar y parezco un mapache…
Dos palabras: waterproof y confianza. No hay nada más bonito que una novia emocionada. Si el maquillador hace bien su trabajo, las lágrimas no deberían acabar en desastre.
11. Ay, si nos llueve…
Sobre el clima poco puedes hacer tú. Ya lo has previsto antes de la boda, en función de la estación y del lugar, y has adaptado las ideas de boda a lo que podía esperarse. Pero en el último momento es el cielo el que decide. Intenta sonreír pase lo que pase.
12. ¿Seguro que he puesto el despertador?
Sí, has puesto el de siempre y otros siete más por si acaso. Si el tuyo no funciona porque ocurriera un contratiempo inesperado, tu ejército particular de familia y amigas te despegará los párpados puntual.
13. Madre mía, ¡mañana me caso!
¡Lo sabemos, es increíble! Esa excitación es la que te ha traído fresca como una rosa hasta esta noche. Pero ahora intenta relajarte y pensar en positivo, porque si sigues pensando en lo increíble que te parece que mañana te casas no te vas a dormir en la vida.
Estas a pocas horas del "sí, quiero". Así que es muy importante que descanses. Haz unas respiraciones, tómate una valeriana si estás de los nervios y usa antifaz y tapones si te hacen falta. Cualquier solución es buena para no dar más vueltas a la boda que has planeado. Relájate y aleja posibles dudas. Seguro que cuando veas a tus invitados te olvidarás de todo. Hasta entonces… ¡dulces sueños!
