10 canciones que no deben sonar en una boda
La fiesta de la boda se animará con canciones conocidas y que se puedan bailar durante horas. Evitad caer en el error de repetir un mismo hit o aquella canción algo pasada de moda. Os mostramos melodías que serán mejor reproducir en pequeños dosis.
¡Muchos meneos de cadera, bailoteos y un ambiente increíble! Así de bien querréis que acabe vuestra boda, ¿verdad? Para ello, tendréis que animar el momento fiesta sacándole el máximo partido a vuestra imaginación con un sinfín de ideas originales para bodas, donde también encontraréis la respuesta a qué regalos de boda dar a vuestros invitados –por si todavía tenéis dudas–. Asimismo, imprescindibles como las ideas para candy bar –que vuestros invitados agradecerán de buena mano entre una gran variedad de dulces donde elegir– y otros detalles como la barra libre y esas –tan míticas como imprescindibles– canciones para bodas, harán de vuestro postboda un momento inolvidable. No obstante, deberéis tener especial cuidado con todos y cada uno de los hits escogidos para que suenen en vuestra fiesta. De forma inevitable, estas melodías se acabarán convirtiendo en las grandes protagonistas del momento y, por ello, su elección debe ser la correcta; una mala canción puede estropear el momento y hacer que la fiesta caiga en picado. Prestad atención al listado que os mostramos a continuación y no habrá nada que temer. Anteponiendo la idea que en la variedad está el gusto –por supuesto– os presentamos las 10 canciones que será mejor reproducir en pequeñas dosis en vuestra boda si queréis que acabe siendo todo un éxito sin precedentes
1. ¡Cuánto querías a tu ex!
Definitivamente, ¡no! Vuestra boda no será el lugar idóneo para recordar esos momentos tan bonitos y felices que pasaste junto a tu ex. ¡O peor todavía! Los momentos que pasó tu pareja. Canciones de amoríos pasados, no tenéis cabida en un evento de este tipo. Mejor escuchar siempre música que os recuerde lo felices que sois y lo bien que hacéis estando juntos. ¡Esa sí! ¡Que suene todo lo que quiera!
2. Me quiere, no me quiere... No, no me quiere
Sí, sí te quiere y, de hecho, se está casando contigo. Canciones de desamor, tristes y que acaben recordando lo malísimo que es enamorarse, ¡tampoco tendréis vuestro instante de gloria! Lo sentimos. Es así, en una boda se celebra un momento de amor absoluto, y tú y tu pareja estaréis en todo vuestro esplendor. Por lo tanto, evitad canciones de desamor, ¡no pegarán para nada con el momentazo que estaréis viviendo!
3. "Pónselos"
Y tampoco pegarán canciones que, de algún modo, "inciten" a poner los cuernos o a "irse con el otro o con la otra". Las palabras engaño o cuernos serán tabús absolutos durante vuestro día (y esperemos que así también en toda vuestra relación). Si nadie objeta nada en el momento del "que hable ahora o calle para siempre...", ¡que no lo haga una canción, por favor!
4. Con esta canción le conocí...
¡No! Tampoco tendrán cabida todas aquellas canciones amorosas o "especiales", que os recuerden a ese primer beso, el primer amor, o aquel novio especial. La típica de pareja: "vuestra canción".
Es cierto que nadie sabrá que esa canción, precisamente, era la que compartíais con vuestro ex, ¡pero no importa! Aprovechad que está en vuestras manos el tema del Dj, y vetad por completo cualquier melodía que os haga recordar tiempos pasados con otras personas. ¡Centraos en el presente y en vuestro futuro/a conyuge!
5. Míticas, típicas...
Tanto como "Los pajaritos" de María Jesús y su acordeón.
Casi por obligación, habrá canciones de "la época de nuestros padres" que tendréis que poner en vuestra boda, sí o sí. No obstante, hay muchas otras que deberán quedar en el olvido, ¡por favor! Pensad qué canciones antiguas son indispensables para vosotros, pues seguro os harán reír, disfrutar y animarán la fiesta a más de uno. ¡Eso sí! Conformaos con una selección pequeñita.
6. Llora, lloran, lloramos
Canciones tristes, melodías que os traigan malos recuerdos, letras que inciten a un suicidio colectivo, ¡no las queráis en vuestro día! Una boda es una fiesta y, como tal, tendréis que poner música que cree un ambiente positivo y muy buen rollo entre todo vosotros. ¿No querréis que el típico "sensiblón" con dos copas de más se ponga a llorar como un desconsolado, verdad?
7. Dale, dale, dale...
Que si dale gasolina, dale mami, dale papi...
Seamos sinceros, el reggaeton y el pachangueo animarán el cotarro como ningún otro estilo, ¡es cierto! Y vuestros invitados se motivarán siempre que suene una canción actual, con mucho ritmo y salseo. Pero hay canciones y canciones, como todo en esta vida. No queráis ir de modernos y evitad el reggaeton más profundo, ya veréis que es el más desconocido y... ¡Por cierto! Tenderá a hablar de los puntos 1, 2 y 3 (prohibidísimos también). Así que, ya sabéis.
8. Veranos de los 90
De "las canciones de vuestros padres", a aquellas del famoso "Disco Estrella" o "Caribe Mix". ¡Los hits de esa época comprimidas en un cassette popurrí! Y precisamente esa mezcla de canciones pop es la que tendréis que evitar en vuestra boda.
¡Ojo! De nuevo estará bien que seleccionéis vuestros "top", pues es cierto que amigos, bebida, fiesta y música de este estilo serán una súper combinación. ¡Pero no os paséis! Con indispensables como el "Tiburón" de Proyecto Uno, o la "Bomba" de King Afrika, y aquellas que os permitan crear una conga interminable como "Follow the leader" de The Soca Boys, ¡tendréis suficiente!
9. Barrio Sésamo, Teletubbies, Los Lunnis
Parecen graciosas para un momento puntual de la fiesta, pero con cabeza, ¡por favor! Si ponéis alguna de estas canciones en vuestra boda, que sean dos, por reíros un rato o porque un niño la reclama, ¡pero no más! Puede suponer el declive de la fiesta, el conocido como "momento apalancamiento".
10. El pitido eterno
De extremos musicales va la cosa. Así como deberéis evitar el reggaeton puro, hacedlo también con las típicas canciones maquineras y electrónicas. ¿Quién no ha bailado nunca el mítico "Fly on the wings of love" del grupo Olsen Brothers en versión maquinera? Pero intentad no crear bucles de canciones centradas en pitidos o sonidos electrónicos. Los oídos de vuestros invitados lo agradecerán.